Las uvas que nos dan el vino probablemente se originaron hace 60 millones de años

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Las uvas que nos dan el vino probablemente se originaron hace 60 millones de años

El antepasado de las uvas Vitaceae, que dieron lugar a las uvas comerciales, probablemente se originó en el cinturón tropical de las Américas y el Caribe, hace 60 millones de años, según un estudio del que es co-autor una investigadora de la Universidad de Michigan.

La casa de estudios reportó que los investigadores descubrieron semillas fosilizadas que representan nueve especies diferentes de uva, con edades comprendidas entre aproximadamente 20 millones y 60 millones de años, en Panamá, Colombia y Perú. La más antigua de estas semillas fosilizadas provino de plantas relacionadas con la subfamilia actual Vitaceae, la misma subfamilia a la que pertenecen las uvas comerciales, dice la paleobotánica de la U-M Mónica Carvalho, co-autora del estudio publicado en Nature Plants.

"Al excavar el fósil, encontramos semillas relacionadas con la familia de la uva que datan de hace 60 millones de años. La semilla más antigua que encontramos está estrechamente relacionada con el gran grupo que dio origen a las uvas comerciales, a la subfamilia Vitaceae", dijo Carvalho, profesora asistente de ciencias de la tierra y el medio ambiente y curadora asistente en el Museo de Paleontología de la U-M, en declaraciones recogidas por la Universidad de Michigan.

"Tenemos este rico, aunque anteriormente poco conocido, registro fósil de uvas de las Américas y lo que estamos viendo es que esta familia tiene una historia compleja de extinción y dispersión. Diversos grupos de esta familia, como el género Leea y especies de la tribu Cayratia, solo viven hoy en día en el Sudeste Asiático y el Indo-Pacífico, pero sus fósiles indican que vivieron en las Américas durante mucho tiempo antes de extinguirse regionalmente", explicó.

Hace aproximadamente 66 millones de años, al final del Período Cretácico, un asteroide impactó la Tierra. El evento que causó famosamente la extinción de los dinosaurios también "prácticamente eliminó muchos de los bosques preexistentes que vivían en las latitudes tropicales de las Américas", señaló Carvalho.

Nuevas selvas tropicales crecieron en el paisaje destruido e impulsaron la diversificación de muchos grupos modernos de plantas y animales. Carvalho y el autor principal, Fabiany Herrera, un paleobotánico en el Field Museum of Natural History en Chicago, examinaron el registro fósil de este período de tiempo para entender la evolución de las selvas tropicales modernas.

"Dentro de estas primeras selvas Neotrópicos, encontramos el primer registro de Vitaceae, que nos dice que el linaje de las uvas se remonta al origen de las primeras selvas tropicales neotropicales", dijo Carvalho.

Herrera comentó que el descubrimiento es importante "porque muestra que después de la extinción de los dinosaurios, las uvas realmente comenzaron a extenderse por todo el mundo".

La familia de las uvas tiene un extenso registro fósil que data de antes del evento de extinción del Cretácico, puntualizó Carvalho. Las uvas más antiguas se remontan a la era de los dinosaurios y se encontraron en la India. Las semillas de estas plantas podrían haber sido transportadas por animales a las Américas.

"La diversificación de las aves y los mamíferos después de la extinción del Cretácico podría haber ayudado en la dispersión de sus semillas", dijo Herrera.

Por su parte, Carvalho indicó que su estudio detalla la historia de las uvas en las Américas y el Caribe.

"Había una brecha muy grande en el registro fósil de las uvas, después de la extinción de los dinosaurios. Hace aproximadamente 50 millones de años, vimos uvas fósiles en América del Norte y Europa", dijo.

"En ese momento, cuando el planeta era más cálido, las uvas tenían una distribución más amplia en latitudes altas y norteñas, pero realmente no sabíamos mucho acerca de la historia de este grupo en latitudes tropicales. Ahí es donde entra nuestro trabajo".

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