Impacto del alza de la luz en la industria frutícola chilena
Desde el lunes 1 de julio se comenzará a registrar un alza en las cuentas de la luz, esto tras el descongelamiento de las tarifas que fueron establecidas en 2019 y la actual deuda con las administradoras del suministro eléctrico.
Para conocer el impacto de esta medida en el sector frutícola chileno, la Federación de Productores de Frutas de Chile (Fedefruta) organizó la actividad "Impacto del Alza de Tarifas Eléctricas en Chile: Análisis y Estrategias de Mitigación", instancia en la que el ejecutivo de negocios de Saesa Innova, Juan Pablo Vergara, explicó que es importante entender los factores que van a incidir en el precio regulado y los diferentes mecanismos que influyen en la tarifa.
Comentó que el insumo eléctrico no sólo es de relevancia para el sector frutícola, sino también para el PIB nacional. "El hecho que va a ocurrir un alza en las tarifas, afecta directamente los costos operativos en cada productor de fruta”, expuso.
Agregó que el sistema tiene clientes regulados, que son aquellos que cuentan con una potencia conectada mayor a 500 kilowatts, los cuales pueden pasar de un régimen regulado a libre. Los que ya tienen una potencia conectada de 5.000 kilowatts son cliente libre.
En ese sentido, señaló que la tarifa regulada se compone de diferentes cargos y están asociados a distintos segmentos del mercado eléctrico chileno. Además, está sujeto a la ubicación geográfica, de acuerdo a la concesión eléctrica donde se encuentra el campo.
Vergara enfatizó que es importante entender que la empresa distribuidora lo que hace es recaudar el costo de energía para poder hacer un pago a la empresa generadora, a través del nuevo precio promedio. “También recauda el cargo único por el uso del sistema de transmisión y a la tarifa regulada, se le toma otro componente que es el valor agregado de distribución”, dijo.
Respecto al pago que tendrá que realizar el productor frutícola, Vergara dijo que el cliente deberá pagar correspondiente al costo de utilización por el usuario de los recursos a nivel, tanto de producción, que sería la generación, transporte y distribución eléctrica.
Por su parte Luz Valderrama, ingeniera en comercialización de Saesa Innova, explicó que el valor agregado de distribución es fijado cada cuatro años por el Ministerio de Energía mediante un decreto, "el cual corresponde, básicamente, a un costo medio que incorpora todos los costos de operación, mantenimiento y expansión de las empresas distribuidoras de electricidad”.
Valderrama, añadió que los costos asociados tienen relación a todas las mejoras que se han realizado a nivel de distribución.
Industria frutícola
Vergara comentó que el aumento de la tarifa regulada va a tener un mayor impacto en el sector, el cual puede ser significativo. Con una mirada auspiciosa, argumentó que se puede ver como positivo, “en el sentido de que, tal vez este aumento puede producir un mayor incentivo, para incorporar mejores prácticas en los procesos productivos de los productores de frutas”.
A su juicio, los productores podrían incorporar la digitalización de consumo, lo que puede ir de la mano con mejorar la calidad de la fruta, "pero también se entiende que, obviamente, esto va produciendo aumento en los costos operativos y económicamente va a bajar la rentabilidad de cada una de estas empresas”.
En cuanto a la competitividad, dijo que se puede producir un aumento de los precios de venta, "y eso puede producir tal vez una menor competitividad a nivel internacional”.
Recomendaciones
El ejecutivo de negocios de Saesa Innova dijo que la idea es que los agricultores puedan realizar ciertas estrategias de mitigación a corto plazo.
Una de las recomendaciones entregadas corresponde al cambio de régimen tarifario, para poder cambiar el concepto de energía. “Esto quiere decir que puedo ser un cliente regulado, pero tengo la opción de pasar a ser cliente libre. En esa categoría puedes negociar el concepto de energía, de tal manera de buscar un ahorro”.
Al respecto explicó que la idea es que el precio pactado en el contrato sea menor que el precio regulado y "la idea es que los costos sistémicos también tengan un aumento, pero deben ser siempre evaluados caso a caso”.
Otra alternativa de ahorro es tener un proyecto fotovoltaico. Al respecto dijo que pueden ocurrir dos condiciones: “Una de ella es que el proyecto fotovoltaico permite hacerte un componente de autogeneración, para autoconsumo, lo que va a percibir un ahorro económico. Además, puedes presentar en algunos meses inyección a la redistribución; eso es un descuento sobre la boleta y puede ser que quede un delta que tenga que pagar, pero va a hacer menor”.
Enfocándose específicamente en el negocio de frutas en Chile, dijo que cree que el aumento de las tarifas reguladas va a aumentar significativamente los costos operativos del sector frutícola, afectando su rentabilidad, lo que reduce la competitividad de la industria chilena en comparación al rubro internacional.
Finalizó diciendo que va a existir un mayor incentivo para los productores para realizar una optimización de los procesos.
"Hay aplicaciones de medidas de mitigación, que en este caso sería el uso de energía renovables, como recorte hora punta, cambio de régimen tarifario u otra medida, tal vez de eficiencia energética, que nosotros podemos desarrollar caso acaso dependiendo del requerimiento".