Hoy aprenderemos a cultivar menta orgánica en nuestra cocina sin necesidad de tierra, macetas o fertilizantes complejos. Con algunos consejos y trucos simples, podrás disfrutar de menta fresca en cualquier momento. A continuación, se presenta una guía paso a paso.
Esquejes de menta: Puedes encontrarlos fácilmente en cualquier tienda de comestibles.
Agua: Será el medio principal para cultivar la menta.
Envases reutilizados: Puedes usar cualquier envase, como las de champiñones o yogur. Aquí usaremos un recipiente de yogur.
Cortar el recipiente de yogur: Utilizaremos solo la parte superior de un recipiente de yogur de tamaño medio.
Hacer agujeros: En la caja donde plantaremos los esquejes, haremos varios agujeros.
Insertar esquejes: En los agujeros de la caja, inserta los esquejes de menta, asegurándote de remover las hojas inferiores para que no estén en contacto con el agua.
Cortar ramas largas: Si los esquejes tienen ramas largas, córtalas para que solo haya una o dos nodos por debajo de la caja.
Ensamblar las cajas: Coloca la caja con los esquejes dentro de otra caja vacía.
Agregar agua: Llena la caja inferior con agua y coloca el conjunto en un lugar brillante, como una ventana de cocina que reciba luz solar matutina.
Primeros días: Después de seis días, las raíces comenzarán a desarrollarse.
Después de 12 días: Los esquejes comenzarán a crecer por encima y desarrollar más raíces.
Poda superior: Para obtener una buena cosecha, poda la parte superior de la planta. Esto inducirá el crecimiento de más ramas y hará que la planta sea más frondosa.
Cambio de agua: Cambia el agua cada 3-4 días si no usas fertilizante. Esto proporcionará nutrientes frescos a las plantas.
Uso de fertilizantes: Si prefieres no cambiar el agua tan frecuentemente, puedes añadir un fertilizante soluble en agua con una proporción NPK de 30:10:10 cada 15 días.
Día 24: Después de 24 días la planta debería estar creciendo rápidamente. Continúa cambiando el agua o añadiendo fertilizante, según se indique para mantener un crecimiento saludable.
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