La Empresa de Investigación Agrícola de Minas Gerais (EPAMIG) está realizando investigaciones en el sur del estado para evaluar el cultivo de Physalis en la zona.

La fruta, poco común en los puntos de venta, ha ganado cuota en el mercado por su potencial nutricional, tanto para el consumo en fresco como para uso culinario, como zumos, salsas o jaleas.

Este pequeño fruto, rodeado por un cáliz de finas hojas (cápsula), forma parte del grupo de las Plantas Alimenticias No Convencionales (PANC). Se encuentra en regiones templadas, cálidas y subtropicales, y se produce en diferentes condiciones de suelo y clima. 

“Las plantas se adaptan a temperaturas que varían entre los 15-25ºC, y un rango de temperatura de 6-7ºC. Toleran heladas ligeras, pero tienen problemas con temperaturas nocturnas inferiores a los 10ºC. El calor entre 27-30ºC no afecta la producción”, explicó el investigador de EPAMIG, Emerson Gonçalves, en declaraciones recogidas por la entidad.

EPAMIG detalló que, dependiendo de las condiciones climáticas de la zona, la siembra puede realizarse en cualquier época del año. 

“Para las regiones donde hay períodos de invierno duro con riesgo de heladas, se recomienda plantar en octubre o noviembre”, aconsejó el investigador. 

La planta, que pertenece a la familia de las solanáceas, no debe cultivarse en zonas que fueron ocupadas con anterioridad por otras solanáceas como patatas, tomates y berenjenas, entre otras.

“Physalis (Physallis sp.) es una planta arbustiva de crecimiento indeterminado que alcanza una altura de 1,5 a 2 metros, requiriendo estacas para que no caiga al suelo”, puntualizó Gonçalves.

Para la entidad, la fruta se presenta como una alternativa interesante para los pequeños y medianos productores, debido al rápido retorno económico, el creciente interés de los consumidores y la oferta limitada en el mercado interno. 

*Fotografía EPAMIG.