Por Raúl Peñailillo, director de Ventas y Operaciones Hughes Chile.

Producir más con menos. Este es uno de los principales retos que enfrenta la agricultura a nivel mundial. Y es que según datos de la FAO, en el año 2050 la población será un 34% superior, lo que implica que la producción de alimentos deberá aumentar aproximadamente un 70%. Chile y su rubro agrícola no se encuentran exentos a esta situación, en un contexto donde además se observan problemas de escasez hídrica y acceso a tecnologías.

Desde la eficiencia hasta la continua innovación para satisfacer a sus mercados, el uso de tecnologías resulta un factor clave en esta industria. Sin embargo, muchos campesinos se enfrentan a una gran traba: la falta o dificultad para acceder a conectividad y, como consecuencia, la falta de tecnología en sus labores.

Es necesario recalcar que muchos de estos trabajadores se encuentran ubicados en zonas aisladas del país, donde tecnologías como la fibra óptica o las redes móviles, no tienen la factibilidad para entregarles servicio. Es por ello, que la tecnología satelital resulta clave para poder brindarle a todos los agricultores del país la conectividad y la eficiencia que requieren.

Ante este contexto, el satélite emerge como un aliado estratégico, pues entrega la posibilidad de monitorear cultivos en tiempo real, proporcionar datos precisos sobre condiciones climáticas y suelos, y optimizar la gestión de recursos hídricos y fertilizantes. El trabajo en base a datos permite tomar decisiones informadas, actuar de manera más rápida y eficiente.

En términos concretos, según proyecta la Association of Equipment Manufacturers, la agricultura puede ser un rubro muy beneficiado de este tipo de tecnología, pues se estima que gracias al uso de satélites, la agricultura de precisión podría aumentar en un 6% los rendimientos de los cultivos, disminuir en un 14% el uso de fertilizantes y reducir el gasto de agua en un 21%.

Pero más allá de la mejora en productividad, se trata de una herramienta que podría entregar otro tipo de beneficios al sector: más información sobre precios y requisitos de los mercados, además de más y mejor visibilidad de los productos, especialmente considerando que Chile es un gran país exportador.

En el marco del Día del Campesino, destacamos la necesidad de conectividad en el rubro agrícola que permita contar con una continua incorporación de tecnología y, junto con ello, la formación de los propios agricultores en el uso de herramientas digitales. Para todo ello, es necesario seguir avanzando en el despliegue de infraestructuras digitales y alianzas público-privadas que nos permitan contar con un sector agrícola cada vez más digitalizado y conectado.