Un revolucionario lombricompostador ha llegado a nuestras vidas. Mikael Cohen presenta AquaCompot, una joya francesa que transformará la forma en que tratamos los biorresiduos. Te invitamos a leer sobre AquaCompot, un modelo de vermicompostaje adaptado a maceteros y recipientes.
Mikael Cohen, un ingeniero aeronáutico del Pré-Saint-Gervais en Seine-Saint-Denis, decidió aprovechar los lombricompostadores ofrecidos por su ayuntamiento. Tras instalar uno en su apartamento y cuidar a las pequeñas lombrices que descomponían sus residuos, se encontró con un problema: su hogar se infestó de mosquitos y emanaba un olor desagradable.
Frustrado, vació el contenido del lombricompostador al pie de su ficus. Una semana después, los residuos habían desaparecido, no había olores y su planta parecía más saludable. Este incidente inspiró la creación del AquaCompot.
Antes de lanzar su empresa, AmiTerre, en 2019, Cohen probó varios prototipos con el objetivo de ofrecer una solución de lombricompostaje urbano, sin olores y de bajo mantenimiento. El AquaCompot se presenta como una especie de platillo que se coloca alrededor del tronco de la planta.
Este lombricompostador está compuesto por dos partes: una para los biorresiduos y otra para las lombrices. Tiene dos tapas para evitar los olores. Una vez instaladas, las lombrices digieren los biorresiduos y los convierten en fertilizante, que es directamente redistribuido a la planta.
Además de nutrir las plantas, el AquaCompot reduce la necesidad de riego. Los biorresiduos, como las cáscaras de vegetales, contienen agua que se filtra naturalmente a la planta mientras las lombrices trabajan. Cohen asegura que uno puede ausentarse por tres meses sin necesidad de regar las plantas. En términos de capacidad, un AquaCompot puede procesar un kilogramo de biorresiduos en tres meses.
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