Fruticultura en la Región de Valparaíso: Oportunidades y amenazas en un contexto de escasez hídrica

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Fruticultura en la Región de Valparaíso: Oportunidades y amenazas en un contexto de escasez hídrica

La Región de Valparaíso, conocida por su diversidad climática y geográfica, se ha consolidado como un importante polo frutícola en Chile. Según el último catastro frutícola de 2023, la región cuenta con cerca de 50.000 hectáreas dedicadas a la fruticultura, concentrándose principalmente en cultivos de palta, nogales, cítricos y uva de mesa, cultivos que representan una fuente vital de ingresos para la economía local y nacional, contribuyendo significativamente a las exportaciones del país.

Sin embargo, la zona enfrenta desafíos importantes, especialmente relacionados con la escasez hídrica y las brechas tecnológicas.

Con una disminución sostenida de las precipitaciones, una demanda creciente por el agua y la urgente necesidad de implementar nuevas tecnologías, la gestión eficiente de este recurso se ha vuelto crítica. Diversos estudios emitidos por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), entre otras entidades, destacan la importancia de adoptar prácticas de manejo hídrico más sostenibles y tecnológicas.

Oportunidades y amenazas según actores clave

Kurt Neuling, gerente del Programa Transforma Fruticultura Sustentable (Perfruts) de Valparaíso, señaló que “las principales amenazas dicen relación con la escasez del recurso hídrico, con el manejo de los suelos y el control de las plagas, pero también es necesario convocar a las generaciones más jóvenes a incorporarse de forma progresiva a la vida del campo. Debemos posicionar la importancia del mundo del agro en la cultura urbana con foco en la seguridad alimentaria como prioridad”.

Para Víctor Catán, presidente de FEDEFRUTA, la gran amenaza es la falta de políticas en pro del agro. "Pensamos que se hace necesario que el Ministerio de Agricultura esté presente en el Comité Político del Ejecutivo, porque la agricultura y la fruticultura no solo tienen importancia en la actividad económica, sino también en lo social. Tenemos que tener políticas claras a largo plazo que permitan el desarrollo del rubro para estar preparados, para proteger las comunidades, atraer a las nuevas generaciones y romper el estigma que existe hacia el campo, porque nosotros estamos presentes todos los días en todas las mesas de los chilenos”, dijo.

“Nuestra gran oportunidad es que tenemos un valle que es privilegiado, sumado a la expertiz y el conocimiento que tienen nuestros agricultores y productores para producir una buena fruta, de cómo hacer un buen trabajo, una fruta inocua y de calidad, que satisfaga las necesidades del mercado”, agregó Catán.

Innovación, sostenibilidad y apertura de mercados

Aunque los desafíos de la fruticultura son grandes, existen notables oportunidades para el sector con miras a posicionar el producto regional en nuevos e importantes mercados internacionales. En ese sentido, Ivo Sandoval, director regional de ProChile adelantó que “estamos realizando una importante gestión respecto de la diversificación de mercado, trabajando fuertemente con mercados como China e India. Tenemos que seguir potenciando la oferta regional, avanzando en la innovación, en la sostenibilidad y en eficiencia hídrica para hacer a nuestra oferta mucho más competitiva en estos mercados”.

“A través de nuestras 54 oficinas en el mundo, estamos potenciando cada vez más la oferta nacional y regional. Ya tenemos luces de que va a ser un excelente año 2024”, aseguró Sandoval.

Por su parte, Cristian Estrada, científico especialista en gestión hídrica y fundador de Eficagua, explicó que un estudio de 2019 realizado a más de 500 productores de 21 comunas de la región, reveló que “muchas decisiones relacionadas con el riego se toman de forma tradicional, es decir, con calicata, con mucha vista, con mucho tacto. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje que está integrando información de estaciones meteorológicas o de sondas de humedad de suelo para decidir mejor sobre el riego”.

“Hay un desafío importantísimo que se está abordando para contribuir a la decisión de riego. Antiguamente, los productores no conocían mucho sobre los detalles de su suelo, que muchas veces son las limitantes para la producción. Hoy diría que los productores conocen más sobre su suelo, podemos hablar más de capacidad de campo, punto de marchitez y texturas de suelo, lo que ayuda a entender la capacidad del suelo para almacenar el agua e ir afinando los manejos del riego. El desafío regional es ver cómo integrar toda esta nube de datos e información cada vez más disponible, para facilitar los manejos del huerto en busca de la eficiencia hídrica”, detalló Estrada.

La gestión del agua en la región no solo depende de la implementación de nuevas tecnologías, sino también de una gobernanza hídrica efectiva. Es fundamental fortalecer la cooperación entre lo público, lo privado, la academia y los propios agricultores para crear políticas y estrategias conjuntas que aborden los desafíos actuales. Iniciativas como el Programa Transforma Fruticultura Sustentable (Perfruts) están promoviendo esta colaboración, impulsando un enfoque integral que incluye la capacitación de mujeres y jóvenes para enfrentar los desafíos de una fruticultura más sustentable. La adopción de prácticas agrícolas sostenibles y la mejora en la gestión hídrica son esenciales para asegurar un futuro próspero para este sector vital de la economía y seguridad alimentaria del país.

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