Manteniéndonos a la espera de las tan esperadas lluvias, y considerando el estado fenológico de nuestros cultivos, es indispensable proteger la masa foliar existente, tomando medidas preventivas ante las condiciones que favorezcan el desarrollo de las enfermedades fúngicas. Un desarrollo de un fungicida con sticker con Clorotalonil 72 % de alta tecnología de GLEBA, permite elevar la eficacia de este activo, con gran flexibilidad y control residual prolongado.
Las enfermedades de origen fúngico son una limitante que, según las condiciones ambientales predisponentes, pueden llegar a generar daños importantes en los rendimientos. Algunas de las enfermedades que suelen aparecer, tanto en frutales, como en hortalizas, oleaginosas y cereales son: mildiu, antracnosis, tizón, viruela, sigatoka, roya, mancha marrón y mancha ojo de rana, entre otras.
Ante este escenario, es fundamental realizar un monitoreo periódico y minucioso, reconociendo las principales amenazas, para adoptar estrategias de manejo preventivas eficientes para minimizar su aparición y desarrollo.
Contando con un diagnóstico en mano, que identifique correctamente qué patógenos están alterando el correcto funcionamiento fisiológico de los cultivos, reconociendo si la enfermedad es causada por hongos, bacterias o virus, es momento de planificar aplicaciones foliares preventivas de fungicidas.
Estas aplicaciones deben ser evaluadas considerando tanto el nivel de presión de la enfermedad como el estadio del cultivo y tener presentes todos los aspectos que pueden incidir en el triángulo: enfermedad patógeno-hospedante-ambiente.
Una vez tomada la decisión de aplicar, es necesario determinar la eficiencia de diferentes moléculas y sus mezclas para este complejo fúngico. A modo preventivo, los fungicidas de contacto demostraron ser eficientes, siendo el clorotalonil una de las moléculas más utilizadas.
Estos fungicidas, conocidos también como fungicidas tópicos o inmóviles, tienen una acción protectora y son utilizados para prevenir nuevas infecciones fúngicas. Se aplican de manera directa sobre la masa foliar que necesita ser protegida, creando una capa protectora que evita que los hongos entren en el tejido vegetal.
Como recomendación de aplicación, es muy importante lograr un buen mojado de todo el follaje, con mucha agua y buenas pastillas de cono hueco o disco y núcleo, para que la pulverización llegue hasta las hojas inferiores.
La incorporación de agentes adherentes es fundamental para resistir las lluvias, evitando el lavado del producto en los tejidos vegetales tratados, manteniendo la acción del activo por más tiempo.
El clorotalonil es un fungicida muy utilizado en la agricultura para controlar diversas enfermedades fúngicas. Es eficaz contra una amplia gama de hongos patógenos, siendo una herramienta preventiva eficiente para control de enfermedades causadas por hongos.
Su riesgo de resistencia es bajo por tratarse de un fungitóxico no específico con mecanismo de acción rápida, que pertenece al grupo de inhibidores multisitio con modo de acción del grupo de los Inhibidores de ACCase. Actúa previniendo la germinación de esporas y la motilidad del zoosporo. Su acción inhibe el proceso de germinación y desarrollo de los hongos.
La acción del clorotalonil inhibe la respiración de las células del hongo, es decir, la transformación de los hidratos de carbono en energía, porque sus moléculas se unen a grupos sulfhidrilos de algunos aminoácidos. Las enzimas que afectan al ciclo de Krebs se desactivan y no se produce ATP (adenosin trifosfato). Al no poder completar este proceso la célula muere.
Los síntomas generales de su acción sobre las células fúngicas son el retraso del crecimiento del micelio y la inhibición de la germinación de las esporas. El no ser específico explica, en gran parte, su amplio espectro de acción y la no aparición de resistencias genéticas.
También posee efecto cicatrizante sobre las lesiones producidas por los patógenos sensibles, observándose una piel más tersa y una recuperación más rápida de los tejidos dañados. Es moderadamente móvil en suelos arenosos, siendo su vida media de 1,5-3 meses dependiendo del contenido de humedad y de la temperatura.
FundaPlus® con sticker es un fungicida de contacto con acción preventiva y erradicante sobre numerosas enfermedades de origen fúngico. Su formulación en suspensión concentrada (SC) es a base de policlorado derivado del ácido cloroisoftálico (clorotalonil 72%) con actividad fungicida de amplio espectro, incorporando un adherente de alta tecnología que aumenta su eficiencia al mantener el activo por más tiempo sobre el tejido vegetal, evitando que las lluvias lo laven.
Actualmente, se encuentra registrado para ajo, cebolla, ají, berenjena, apio, banano, cerezo, durazno, frutilla, cítricos, maní, cucurbitáceas, poroto, repollito, papa, pimiento, soja, tomate y trigo.
La nueva formulación de FundaPlus® con sticker, además de aumentar la concentración de principio activo (en comparación con Funda®), incluye en su formulación el adherente para mejorar la eficiencia de uso del producto, generando que el fungicida permanezca sobre las hojas por más tiempo.
Su principal fortaleza es la tecnología de formulación “sticker”, que permite resistir al lavado por lluvias y/o riego por encima del resto de las formulaciones del mercado, ofreciendo una rápida acción inicial y prolongado efecto residual. Su acción logra que las gotas se adhieran mejor a la planta objetivo, tanto en condiciones ventosas como lluviosas o por acción mecánica.
FundaPlus® con sticker, es una herramienta que se destaca en la prevención de enfermedades que afectan el follaje en los cultivos de papa y maní.
El cultivo de papa requiere abundante agua durante la formación del tubérculo, por lo que en muchas ocasiones el exceso de humedad en el suelo, ya sea por riego o por precipitaciones, favorece la invasión de bacterias por falta de oxígeno. Este escenario favorece la aparición de enfermedades como el tizón o la viruela.
A modo preventivo, la aplicación de FundaPlus® con sticker, bañando toda la parte aérea de la planta, evita que las bacterias penetren en el tejido vegetal, especialmente donde hay heridas o cicatrices. Gracias al sticker, mantiene el activo por más tiempo, asegurando una acción efectiva evitando el lavado por lluvias.
En el caso del maní, la enfermedad más común es la viruela en sus dos variedades: Viruela temprana (Cercospora arachidicola Hori) y Viruela tardía (Cercosporidium personatum). Condiciones del suelo de temperatura fresca y humedad alta en la primera etapa del cultivo, favorecen el desarrollo de la enfermedad, siendo 18ªC la temperatura óptima de crecimiento.
Debido a la falta de genotipos resistentes, resulta de suma importancia el control químico preventivo. FundaPlus® con sticker protege la masa vegetal del cultivo, gracias al clorotalonil 72%, interrumpiendo el proceso de germinación de las esporas y manteniéndose sobre el tejido por más tiempo.
La aplicación de FundaPlus® con sticker debe ser de manera preventiva antes de la aparición de los primeros síntomas del patógeno; sin embargo, es conveniente realizar un muestreo o hacer observaciones en el cultivo, para estimar si un organismo determinado perjudica económicamente al agricultor, denominado nivel de daño económico.
En soja, se realizaron una serie de ensayos en Pergamino, dirigidos por Lucrecia Couretot, especialista del INTA Pergamino, para evaluar diferentes tratamientos para el control de las enfermedades del Complejo de fin de ciclo, combinando estrobirulina con triazoles, y potenciando esta mezcla con clorotalonil.
Los resultados demostraron que, si bien el clorotalonil no es muy utilizado en soja, ofrece un control superior, permitiendo al cultivo a expresar un mayor potencial de rendimiento, con 416kg/ha sobre el testigo sin tratamiento.
Al respecto, Eduardo Grognett, gerente de desarrollo para GLEBA, comenta: “Realizamos una serie de pruebas de laboratorio en las que sometimos a varios productos competidores a una exposición de 20mm de agua. Las pruebas demostraron que FundaPlus® con sticker logró la mayor persistencia del activo sobre la superficie foliar, protegiendo al cultivo por más tiempo.”
La necesidad de calentar un invernadero este invierno dependerá, por supuesto, del lugar donde vivas. También, de lo que estés cultivando.
La floración y fructificación son fases críticas en el ciclo de vida de los árboles frutales, donde las plantas requieren una nutrición óptima
Investigadores describieron la función de la enzima MBD4L, clave en la reparación del ADN de las semillas, que impacta en la germinación.
