Estudio revela cómo una dieta rica en naranja o mandarina puede modular la expresión del genoma
Un estudio pionero impulsado por el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de València, y la Fundación Valenciana de Agricultura y Medio Ambiente (FUVAMA) de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), detalla la capacidad del consumo de cítricos para modular de manera apreciable la expresión del genoma.
Los resultados del proyecto, informaron las entidades en un comunicado conjunto, abren las puertas a próximas investigaciones más específicas que aporten datos y evidencias sobre un posible beneficio de estos alimentos en la salud humana.
El principal resultado del proyecto ‘Análisis nutrigenómico de dietas suplementadas con cítricos’, planificado como una prueba de concepto inicial y desarrollado por el Grupo de Investigación en Genómica Traslacional Humana de INCLIVA, bajo la dirección del investigador Arturo López, ha sido constatar que se puede identificar una modulación significativa in vivo de la expresión génica en diferentes órganos, y concurriendo en rutas moleculares específicas, en respuesta a una dieta suplementada con cítricos (naranja o mandarina).
La nutrigenómica es una disciplina científica que busca entender cómo los nutrientes afectan al equilibrio entre la salud y la enfermedad mediante su capacidad de interacción con el genoma, explicaron las entidades involucradas.
En este sentido, el estudio pretendía ampliar la comprensión, todavía escasa, de las propiedades potencialmente beneficiosas de naranjas y mandarinas.
El objetivo principal del estudio era evaluar si, un suplemento con un cítrico (naranja o mandarina) en una dieta normal completa durante un mes, era suficiente para modular la expresión génica en un grupo de ratones sanos, jóvenes y bien alimentados.
Para ello, los investigadores realizaron un análisis del ARN total de los animales (secuenciación masiva o ARNseq) en seis tejidos diferentes (cerebro, hígado, músculo esquelético, riñón, corazón y tejido adiposo), comparando cada dieta suplementada con el cítrico con un grupo de ratones que no tuvieron accesible el suplemento.
El estudio ha confirmado que el diseño experimental planteado permite identificar de manera sólida los cambios en un organismo, a nivel de expresión de un gran número de genes, ante la incorporación de un cambio específico en la dieta, en este caso, a partir de la presencia importante de un cítrico.
Una de las hipótesis planteadas inicialmente era que la naranja y la mandarina provocarían un efecto similar. Sin embargo, las primeras observaciones indican que, la respuesta a una dieta suplementada difiere considerablemente de un cítrico a otro en términos de capacidad de cambiar la expresión del genoma a nivel global, pero también con diferencias importantes en la respuesta tejido por tejido.
En línea con las investigaciones científicas de las últimas décadas, el estudio presentado sugiere que el consumo de estos cítricos presenta un efecto saciante y beneficioso para la salud, mediante la valoración también de aspectos funcionales y bioquímicos durante el estudio.
Los ratones que experimentaron una ingesta suplementada de cítricos comieron y engordaron menos que los ratones con una dieta normal, sin que hubiera diferencias en la fuerza física de los animales.
Los investigadores precisan que los resultados de secuenciación masiva obtenidos en los diferentes tejidos han mostrado un gran número de cambios, con un alto nivel de complejidad a la hora de interpretar los resultados, por lo que los siguientes pasos se están encaminando a que los datos sean analizados en mucha mayor profundidad, utilizando diversas herramientas bioinformáticas y compartiendo los resultados con personal experto en analizar este tipo de aproximaciones.
Las conclusiones que se obtengan tras el análisis detallado de los resultados permitirán plantear hipótesis de trabajo, en aspectos de la salud y enfermedad humana, interrogando sobre las implicaciones funcionales de la respuesta genómica observada a la dieta. Estas hipótesis deberán ser evaluadas y los resultados validados a diferentes niveles como, por ejemplo, a través de análisis de proteínas relacionadas con los genes que han sufrido cambios de expresión.
Además, al tratarse de un estudio prospectivo, las posibilidades de continuación son muy amplias, pudiéndose plantear diferentes estudios complementarios que no se pudieron realizar inicialmente. También existe la posibilidad de realizar nuevos estudios donde se testeen otros alimentos de gran relevancia gastronómica, como la chufa, la alcachofa o el limón.
El proyecto se desarrolló en 2023 y fue financiado por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.