La necesidad de calentar un invernadero este invierno dependerá, por supuesto, del lugar donde vivas. También, obviamente, depende de lo que estés cultivando. Hasta cierto punto, también dependerá de la calidad de su invernadero.
Cuando llega el invierno, es crucial preguntarse si tu invernadero está preparado para proteger tus cultivos del frío. La necesidad de calentar tu invernadero depende de varios factores: tu ubicación geográfica, el tipo de cultivos que tengas y la calidad de tu invernadero, ya sea de vidrio o plástico.
La buena noticia es que no necesitas depender de combustibles fósiles para calentar tu invernadero. Existen varias opciones más sostenibles, ideales tanto para sistemas conectados a la red como para los autónomos. A saber:
Camas calientes (calor de materiales en compostaje): Una forma sencilla de generar calor suave pero constante, es mediante camas calientes, compuestas por capas de paja y estiércol en descomposición, cubiertas con una capa más delgada de tierra o compost. Este método, tradicionalmente usado en invernaderos victorianos, produce calor desde abajo a medida que los materiales se descomponen. Aprende a hacer tu propio compost casero.
Con agua caliente: Otra técnica es la calefacción con tuberías de agua caliente bajo las camas de cultivo. Históricamente, estas tuberías se calentaban con calderas de carbón, pero ahora se pueden calentar de manera más ecológica, como con colectores solares de agua caliente o mediante el calor generado por un sistema de calefacción con compost.
Calefacción del suelo al aire: Consiste en entubar aire caliente del invernadero a través de tuberías subterráneas, aprovechando la energía térmica del suelo. Este sistema se puede regular con ventiladores y termostatos, o incluso mediante una bomba de calor geotérmica.
Con electricidad renovable: Utilizar paneles solares fotovoltaicos para proporcionar electricidad a sistemas de calefacción eficientes es una opción más convencional pero sostenible. Se recomienda enfocarse en calentar el suelo más que el aire del invernadero.
Calefacción con biomasa o leña: Puedes calentar agua para sistemas de calefacción mediante biomasa o leña. Una opción es construir un sistema de caldera rústica o incluso integrar la calefacción del invernadero con un estufa de leña en tu hogar.
Calentador rústico con vela y maceta: Para invernaderos pequeños, una solución simple es usar una vela bajo una maceta de cerámica como un pequeño calefactor.
Calefacción con ganado: Otra idea fuera de lo común es integrar la producción de plantas con la cría de ganado, como gallinas, cuyo calor corporal puede ayudar a mantener cálidas las plantas en el invernadero.
Antes de decidir cómo calentar tu invernadero, considera si realmente es necesario. A veces, simplemente seleccionando plantas resistentes al frío o aumentando la masa térmica en el invernadero (por ejemplo, con agua, tierra, piedra o cerámica) puede ser suficiente. También es importante pensar en el aislamiento térmico para retener el calor existente y en el uso de mantillo (puedes hacer tu propio mantilla casero barato) para proteger las raíces de las plantas.
Como ves, hay muchas formas innovadoras y sostenibles de mantener tu invernadero cálido en invierno, pero también es crucial considerar si realmente necesitas implementar estas medidas o si ajustes menores podrían ser suficientes.
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