Ya se cumplen tres días desde que la Asociación Internacional de Estibadores de Estados (ILA) se declaró en huelga, tras no llegar a acuerdo con la Alianza Marítima del país (USMX), por un reajuste de sueldos y la automatización y semi-automatización de las actividades.

Esta es la primera huelga de ILA desde 1977 y afecta a terminales portuarias desde Maine a Texas, y tiene a minoristas, consumidores, importadores y exportadores en alerta, dada la incertidumbre de la extensión del paro y el posible desabastecimiento de productos en el mercado estadounidense.

A primera hora del martes 1 de octubre, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), emitió un comunicado en el que afirmó que está tomando todas las medidas para vigilar y abordar las posibles repercusiones para los consumidores.

De acuerdo a medios locales, varios supermercados ejecutaron acciones antes de la fecha límite de la paralización, para tener productos en sus anaqueles, en especial, para las fechas clave que se aproximan.

"Nuestro análisis muestra que no deberíamos esperar cambios significativos en los precios o la disponibilidad de los alimentos a corto plazo", señaló el USDA, que agregó que “gracias al movimiento fluido de mercancías a través de los puertos y a nuestra fuerte producción agrícola nacional, no esperamos escasez en un futuro próximo para la mayoría de los productos".

Expertos han indicado que esta huelga, si se prolonga, podría tener importantes costos para la economía estadounidense, con pérdidas diarias de millones de dólares.

Desde que paralizaron sus actividades el 1 de octubre, el presidente de la ILA, Harold J. Daggett, ha pedido a todos los miembros que se mantengan fuertes y unidos, y que la exigencia de un aumento de sueldo sigue firme. 

"Además, queremos un lenguaje absolutamente hermético de que no habrá automatización ni semi-automatización, y exigimos que todo el dinero de los royalties de los contenedores vaya a la ILA", dijo.

El ILA emitió un comunicado diciendo que tienen la intención de que las manifestaciones continúen las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante el tiempo que la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) tarde en satisfacer las demandas de los miembros. 

La Asociación quiere un aumento salarial de 5 dólares por hora para cada uno de los seis años del próximo contrato, o un aumento del 77% en total. La USMX dijo el lunes que había aumentado su oferta a más del 50% durante el contrato propuesto, pero los estibadores no lo aceptaron.

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A nivel local, la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos emitió una declaración de su presidente y director Ejecutivo, Matthew Shay, en la que instó al presidente Biden a utilizar toda la autoridad y herramientas disponibles -incluido el uso de la Ley Taft-Hartley- para restablecer inmediatamente las operaciones en todos los puertos de contenedores afectados, conseguir que las partes vuelvan a la mesa de negociaciones y garantizar que no se produzcan más interrupciones.

Respuesta del gobierno de Estados Unidos

En las horas iniciales del paro, tanto el presidente Biden como el Secretario de Transporte, emitieron comunicados. Sobre las negociaciones entre la USMX y la ILA, el mandatario indicó que la negociación colectiva es la mejor manera de que los trabajadores obtengan el salario y las prestaciones que merecen. 

“He instado a la USMX, que representa a un grupo de transportistas de propiedad extranjera, a que se siente a la mesa y presente una oferta justa a los trabajadores de la Asociación Internacional de Estibadores, que garantice que se les paga adecuadamente en consonancia con sus inestimables contribuciones”. 

“Los transportistas marítimos han obtenido beneficios récord desde la pandemia y, en algunos casos, los beneficios han crecido por encima del 800% en comparación con sus beneficios antes de la pandemia. La remuneración de los ejecutivos ha crecido en consonancia con esos beneficios y éstos se han devuelto a los accionistas a un ritmo récord. Es justo que los trabajadores, que se arriesgaron durante la pandemia para mantener los puertos abiertos, vean también un aumento significativo de sus salarios”.

“Mientras nuestra nación se recupera de las secuelas del huracán Helene, los trabajadores portuarios desempeñarán un papel esencial a la hora de hacer llegar a las comunidades los recursos que necesitan. Ahora no es el momento de que los transportistas marítimos se nieguen a negociar un salario justo para estos trabajadores esenciales mientras obtienen beneficios récord. Mi Administración vigilará cualquier actividad de manipulación de precios que beneficie a los transportistas marítimos extranjeros, incluidos los que forman parte del consejo de administración de USMX”.

“Ha llegado el momento de que USMX negocie un contrato justo con los estibadores que refleje la importante contribución que han hecho a la economía mundial”, dijo Biden.

Por su parte el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, solicitó a los transportistas marítimos eliminar los recargos. “El presidente Biden y la vicepresidenta Harris están siguiendo de cerca cualquier intento de las empresas de aumentar los precios de manera oportunista, incluidas las navieras u otras, durante la disputa laboral en los puertos de la costa este y la costa del Golfo”, señaló. 

“Nuestra administración está pidiendo a las navieras que retiren sus recargos. Nadie debería aprovechar una interrupción para obtener ganancias, especialmente en un momento en que regiones enteras del país se están recuperando del huracán Helene”. 

“La Comisión Federal Marítima (FMC) ha declarado que utilizará la autoridad que el presidente solicitó y convirtió en ley para garantizar que las tarifas que se apliquen sean legítimas y legales. El presidente Biden ha ordenado a nuestra administración que utilice todas las autoridades a nivel federal y que apoye a los funcionarios estatales y locales en el uso de las autoridades a su disposición. Estamos monitoreando de cerca los posibles impactos en la cadena de suministro y evaluando formas de abordarlos, si es necesario”, detalló.

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