¿Cómo exportar cerezas chilenas con tratamiento de frío a China?
Las primeras cerezas chilenas ya fueron enviadas y comercializadas en China. Pese a que llegaron con mucho éxito y fueron recibidas por los importadores, la presente temporada presenta algunos desafíos para el sector, nos referimos específicamente a la mosca de la fruta, por lo que algunos exportadores tendrán que realizar el tratamiento de frío para poder exportar sus cerezas.
En ese contexto, Frutas de Chile realizó el webinar "Preparando la Temporada de Cerezas 2024-2025 bajo desafíos fitosanitarios”, instancia en la que expuso Claudio Moore, profesional de la Sección Productos Agrícolas y Forestales del Subdepartamento Requisitos Fitosanitarios de Exportación del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), quien comentó las medidas de cuarentena de exportación de cerezas a China.
Explicó que China estableció un radio de 27 kilómetros alrededor de una detección de mosca de la fruta. En ese sentido dijo que “el establecimiento de restricciones fitosanitarias puede generar, a lo mejor dificultades o modificación de los procedimientos del proceso de comercialización normal de las cerezas”.
Requisitos para exportación
Dada la situación puntual que enfrenta el sector, es importante que productores y exportadores tengan presente los requisitos para exportar la fruta. Al respecto, Moore comentó que se debe contar con una autorización previa, a través de un plan operacional de trabajo, el cual debe ser autorizado por el SAG.
Además, se debe indicar el manejo de trazabilidad respecto al origen de la fruta, dentro del área reglamentada libre de mosca de la fruta. Señaló que en este procedimiento debe participar una persona responsable de mantener actualizada la información, respecto al origen de la fruta.
Otro punto a considerar, es que la planta de embalaje tiene que establecer cómo aplicará un manejo diferenciado de la fruta durante su proceso, desde la recepción, el proceso de embalaje y el almacenamiento de las cerezas.
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En ese sentido, el profesional del SAG expuso que, en el caso de almacenar dos condiciones de fruta, tanto procedente del área reglamentada de 7,2 kilómetros de radio o del área libre, “en el caso de que la fruta se encuentre a la espera para ser embalada, deberá esperar en cámara independiente para cada condición”.
Puntualizó que, para embalar la fruta del área reglamentada, la línea debe ser sometida a un proceso de sanitización y limpieza. “En cuanto al almacenaje de las partidas embaladas, existen distintas alternativas entre ellas el uso de cámara independientemente”.
Dijo que, en el caso de tener fruta de diferentes orígenes, las cerezas deben estar separadas por un metro de la fruta con distinto origen. Además, la fruta reglamentada debe estar etiquetada.
Claudio Moore indicó que “tenemos que evitar la diseminación de la plaga en Chile y al mismo tiempo dar las garantías fitosanitarias que son requeridas por los países destinos, de forma tal de mantener el reconocimiento de Chile como un país libre de la mosca de la fruta”.
Tratamiento de frío para China
Erik León, ingeniero agrónomo del SAG, fue el encargado de explicar las particularidades que tiene el tratamiento de frío para la exportación de cerezas chilenas a China. Inició diciendo que es un tratamiento cuarentenario, reconocido internacionalmente por los distintos mercados como una herramienta eficaz para el control de múltiples plagas, entre ellas, la mosca de la fruta.
Explicó que es una alternativa a tratamientos o medidas más restrictivas que también son eficaces para el control de esta plaga, como es la fumigación con bromuro de metilo.
“El tratamiento de frío consiste en someter a los productos por un periodo determinado a bajas temperaturas en forma ininterrumpida. El umbral de temperatura al cual debe someterse la fruta y el tiempo de duración es acordado con el mercado destino, y en base a los estudios realizados que demuestran la efectividad del tratamiento para controlar la plaga”, señaló León.
Comentó que en el caso de China, el tratamiento corresponde a 15 días y las temperaturas no podrían sobrepasar los 0.5°C, “si se sobrepasa la temperatura el tratamiento se debe reiniciar y la cuenta de los días se tiene que comenzar nuevamente”, explicó.
En ese sentido, expuso que el tratamiento de frío se puede aplicar en cámaras frigoríficas, en bodegas de barcos y contenedores marítimos. Las tres alternativas son viables para el mercado chino.
Agregó que lo que más se usa actualmente es el tratamiento de frío en contenedores marítimos, “los cuales deben ser contenedores auto refrigerados, por lo que deben ser equipos de refrigeración capaces de mantener las temperaturas requeridas, disponer de sensores y registradores de temperatura”.
Puntualizó que los sensores deben tener un grado de precisión de más o menos 0.1 en escala de -3 a 3°C, “en este punto es importante registrar y almacenar la información durante todo el periodo de tratamiento y monitorear al menos cada una hora”, detalló el experto.
De igual, modo León comentó que una vez que termine el tratamiento general, debe existir un listado que identifiquen el tiempo y la temperatura para cada sensor que fue colocado en dicho contenedor.
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Paso a paso
Durante la presentación, Erik León entregó el detalle del tratamiento de frío. En en esa línea argumentó que primero los palets tienen que haber sido inspeccionados para el mercado de destino; una vez que están aprobados se presenta la partida que va a ser el tratamiento en la planta. Es ahí donde el inspector tiene que chequear la información respecto a estos palets aprobados.
También se tiene que verificar la temperatura de los palets, por lo que es ideal que estén dentro del rango de tratamiento que se va a realizar. “Por lo que es muy importante que las plantas realicen un tratamiento de pre frío y almacenamiento de los palets antes de la presentación de estos a un tratamiento de frío, de tal forma que el tratamiento alcance la temperatura de tratamiento lo más rápido posible y que también sea capaz de bajar las temperaturas a un rango de tratamiento”, dijo León.
Explicó que los sensores deben estar pinchados en la fruta en posiciones críticas, que determinan el mercado de destino. Estos se conectan en el contenedor, de tal forma, que la información que es detectada sea almacenada dentro de los registradores que tiene cada contenedor.
Agregó, que una vez instalado los sensores, se tiene que hacer una calibración de los mismos, labor que realizan los frigoristas y la lectura de los sensores debe repetirse tres veces para China, distanciado cada lectura una de otra, al menos un minuto.
León explicó que, una vez calibrado los sensores, “tenemos que posicionarlos de acuerdo con el esquema que China exige; el primer sensor tiene que estar en la parte superior del palet hacia la fila media, en la parte delantera del contenedor; el segundo sensor aproximadamente 2.5 metros desde la puerta al centro de la carga, entre la parte superior e inferior de la carga; y el tercer sensor debe estar aproximadamente también a 1.5 desde la puerta hacia el interior en el muro izquierdo”.
Dijo que una vez insertada la fruta y posicionado los sensores de acuerdo al esquema, “tenemos que cuidar que el cable del sensor, para cuando se coloque el siguiente palet, no lo dañe. Por lo que generalmente se coloca cerca del esquinero, para evitar posibles daños”.
Una vez que se instaló el sensor y el cable se encuentre protegido, se procede a monitorear en el registrador la temperatura que estaría arrojando el sensor.
“Una vez ya colocados los sensores y cargada la fruta, antes de cerrar se debe verificar que los certificados de inspección queden a la vista y posteriormente el inspector debe sellar con un sello metálico, seriado SAG”, explicó.
Respecto a la documentación, León fue claro es decir que debe incluir la guía de despacho y, como adjunto, se debe enviar el registro de calibraciones que realizó el inspector del SAG.
Actualización
Erik León precisó que hace un año se implementó un nuevo sistema, que se generó junto con Frutas de Chile respecto a la verificación digital de calibraciones de sensores para tratamientos de frío a China. “El año pasado se implementó con gran éxito para el puerto de Shanghái y este año se acordó con la aduana de China para ampliar esta autorización, para utilizar este sistema a los puertos de Dalian, Shenzhen y Nanjing”.
Explicó que el sistema consiste en sacar algunas fotografías del proceso de tratamiento de frío, el cual se sube al sistema. Posteriormente, el SAG, por un perfil específico, valida las fotos, para que finalmente ingresen al sistema y el registro queda disponible para que China pueda verificar las fotografías del tratamiento de frío.
Finalmente, señaló que gracias al nuevo sistema, una vez que llega el contenedor a destino, pueda ser liberado más rápido.
“De esta manera hemos podido agilizar el ingreso de los contenedores que van con este tratamiento al mercado de China” dijo León.