Colombia, un mercado emergente en Latinoamérica
Por Carolina De Francesco
Colombia es el segundo país más poblado de Latinoamérica con 52 millones de habitantes, solo superado por Brasil. Su superficie es de 1,141 millones de km² lo convierte en el 4.º país más grande de la región y 2.º más densamente poblado por detrás de Ecuador.
Cuenta con diversas particularidades. A pesar de ser la democracia más estable de Hispanoamérica, durante 50 años el país atravesó por conflictos con grupos armados. Sin embargo, el panorama ha cambiado en los últimos años, debido al combate frontal con estos grupos y a un proceso sostenido de apertura económica.
Su ubicación en una zona intertropical le garantiza una alta irradiación y una temperatura media elevada durante todo el año. Asimismo, posee uno de los niveles de estrés hídrico más bajos de la región. Esto le permite sostener explotaciones a lo largo de todo el año y aprovechar las ventanas de producción de otros países.
Adicionalmente, al ser un país montañoso, presenta distintos pisos térmicos que le permiten explotar distintas variedades de productos. En este sentido, la producción frutícola destaca especialmente en las regiones Andina y Amazonas, y en menor medida en la región Caribe, siendo una producción más marginal en la Región Pacífico y Orinoquia.
Según FAO, Colombia concentra más del 50% de la tierra con potencial agrícola que aún no es aprovechada, por lo cual la capacidad de ampliación del sector aún es muy importante.
La conectividad es también un factor de competitividad, ya sea tanto por vía aérea o marítima. Su posición geográfica le otorga buen acceso a los mercados del hemisferio norte: los buques pueden estar en Estados Unidos en cinco días o en Países Bajos en 12. Los principales puertos de conexión son el de Cartagena y el de Barranquilla, ambos con salida al Mar Caribe/Atlántico; pero cuenta también con puertos sobre el Pacífico.
El país se perfila como uno de los principales proveedores de frutas y verduras en el mundo para los próximos años, teniendo buena entrada en mercados de alta exigencia de calidad. El mercado de frutas y verduras frescas en 2024 se estima en un tamaño de 6,4 mil millones de dólares, y se espera que crezca a una tasa del 4,9% anual durante los próximos cinco años.
La producción local está siendo fuertemente estimulada desde el gobierno, con distintas iniciativas que apuntan no solo a aumentar la producción, sino a mejorar la calidad de vida y los ingresos de los agricultores colombianos. Asimismo, hay entidades especializadas que brindan apoyo en materia de sanidad e inocuidad, I+D, ordenamiento productivo y financiamiento, entre otros.
Un dato interesante, es que en el país existen más de 400 frutas nativas comestibles identificadas, convirtiéndolo en el primer país del mundo en biodiversidad de frutas por kilómetro cuadrado. Sin embargo, muchas son poco conocidas o no se explotan a escala comercial.
Entre sus productos se destacan las frutas como el banano, mango, piña, papaya, frutilla y palta. Sin duda, el cultivo estrella de la región es el banano, dado su alta producción exportable y su amplia red de distribución. Colombia es el quinto mayor exportador de banano a nivel global, exportando más del 90% de su producción. De ese total, exportando más de la mitad se destina a Europa y Estados Unidos. También es un importante proveedor a nivel global de palta, ubicándose entre los 5 primeros exportadores mundiales.
Además, el consumo de frutas está aumentando en el país debido a la mayor valoración de la alimentación saludable entre los consumidores. Esta demanda creciente de productos frescos ha impulsado las importaciones, al punto que estas han aumentado a una tasa mayor que el ritmo global. Este aumento en las importaciones se apoya fuertemente en las cadenas de mercados minoristas, que se han expandido fuertemente a lo largo del país.
Entre las frutas que más se importan al país se encuentran las manzanas y peras frescas, las uvas, los mangos y los mangostinos, entre otros. Como mercado importador, Colombia reviste un especial interés para los países latinoamericanos. En el caso de las manzanas, compra principalmente a Chile y algo a Brasil. Esta fruta es por lejos la más consumida de las frutas importadas.
También compra peras a Chile y en menor medida a Argentina. En uva, los principales proveedores son Perú y Chile, seguido muy de lejos por Argentina y Ecuador. En materia de cítricos, compra principalmente mandarinas desde Perú y Chile (y ocasionalmente de Uruguay), ya que las mandarinas locales no son de buena calidad.