IFPA 2024: Entrevista con Gerardo López, director comercial de Berry Lovers
En esta entrega de la serie "Entrevistas Agronometrics", Sarah Ilyas entrevista en exclusiva a Gerardo López, director comercial de Berry Lovers. La serie se basa en entrevistas con profesionales de la industria, centrándose en un origen o tema específico visualizando los factores de mercado que están impulsando el cambio.
¿Puede compartir la misión y visión de Berry Lovers y dar una visión general de la empresa?
Nuestra visión es convertirnos en uno de los principales proveedores de berries mexicanas: moras, arándanos, frambuesas y fresas. Siempre estamos buscando nuevas variedades que puedan satisfacer las preferencias de los consumidores. Actualmente, abastecemos directamente a clientes minoristas en Norteamérica, incluidos Estados Unidos y Canadá, y también servimos al sector de servicios alimentarios en esas regiones. Además, exportamos a distribuidores de Japón y estamos ampliando nuestras exportaciones de moras al Reino Unido y Europa continental.
¿Podría hablarnos de algunos de los retos a los que se enfrentan como empresa? En concreto, ¿cuáles son los principales retos para la industria del arándano?
En México hay varios retos. Uno de los principales problemas que hemos experimentado en las dos últimas temporadas es el clima. Hemos enfrentado los efectos tanto de El Niño como de La Niña, lo que ha alterado los programas de producción. En las dos últimas temporadas, los arándanos mexicanos han llegado más tarde y en menor volumen. Solíamos comenzar las exportaciones a principios de septiembre con un buen volumen, pero año tras año, estamos viendo una menor disponibilidad.
La mano de obra es otro reto, sobre todo en las regiones productoras de todo tipo de berries. Sin embargo, vemos muchas oportunidades con las frambuesas. Hay nuevas variedades en el mercado y la demanda crece. Hemos tenido bastante éxito en la expansión de nuestras exportaciones de frambuesas.
Otro reto al que siempre nos enfrentamos, es encontrar la variedad adecuada. Probamos muchas variedades y varias no cumplen las expectativas, ni desde el punto de vista de la producción ni desde la perspectiva del perfil de calidad. Algunas variedades fracasan por problemas de sabor, tamaño, floración o conservación.
Ha mencionado que utiliza datos de Agronometrics. ¿Cómo utilizan estos datos y en qué benefician a su empresa?
Sí, comprobamos los datos de Agronometrics cada semana. La información más importante para nosotros es el volumen disponible de la semana anterior. Eso nos ayuda a ver las tendencias: si el volumen es estable, aumenta o disminuye. Esta información nos ayuda a predecir el mercado y ajustar nuestras estrategias de precios para las próximas semanas.
¿Cómo trabajan para aumentar el consumo local de berries en México? ¿Existen estrategias de marketing específicas?
En México siempre ha habido una gran demanda de fresas, pero no tanto de arándanos, moras o frambuesas. A medida que aumenta la producción, hay más fruta disponible para el mercado nacional, lo que empuja a comercializadores, transportistas y productores a centrarse en los mercados locales. Los mayores mercados de berries son Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
El turismo también desempeña un papel importante. Los hoteles están deseosos de ofrecer berries porque los turistas están acostumbrados a comerlas en casa, así que esperan verlas en el menú. Esto ha impulsado la demanda de frutas del bosque en el sector turístico, sobre todo en desayunos y postres.
De cara al futuro, ¿qué es lo que más le entusiasma de la industria del arándano?
Me entusiasma el desarrollo de nuevas variedades. Sin embargo, se necesita tiempo para que éstas se establezcan. Los obtentores tienen que convencer a los comercializadores, distribuidores y transportistas de su potencial, y luego los transportistas tienen que conseguir que los agricultores las prueben. A su vez, hay que convencer a los agricultores de que la variedad tiene potencial de producción.
Tiene que haber un equilibrio entre el perfil de calidad de la fruta y el rendimiento por hectárea. Se puede tener la mejor baya en cuanto a sabor y aspecto, pero si no satisface las necesidades de producción, no tendrá éxito. Para que una variedad tenga éxito, es fundamental que ambos requisitos coincidan.