La poda en huertos de limones es un manejo agronómico que consiste en cortar ramas o partes de una planta, con el fin de controlar el crecimiento del árbol, prevenir plagas y enfermedades, estimular la floración y fructificación, y eliminar ramas muertas o dañadas. Existen diferentes podas, según el objetivo y las condiciones de cada árbol.
Esta labor puede realizarse durante todo el año y varía su intensidad de acuerdo al objetivo buscado. La época más recomendable es una vez finalizada la cosecha invernal, es decir, en primavera, previa a la nueva floración. En este período, el riesgo de heladas ha finalizado y aún no se inicia el crecimiento vegetativo de la nueva temporada (finales de septiembre en adelante).
Para el caso de aquellos huertos que presenten parte de la cosecha a finales de verano (febrero-abril), la eliminación de ramillas se realiza en cualquier momento.
Esta poda se realiza durante los primeros tres años desde la plantación, donde es necesario cortar las plantas a 60 cm desde el suelo. De esta manera se estimula el desarrollo de brotes laterales que permitirán formar el árbol (Figura 1).
Durante el periodo de formación es importante eliminar aquellos brotes basales, principalmente del portainjerto y que producen competencia con el injerto. Una vez que se generan brotes laterales por efecto del rebaje de la planta, se deben seleccionar tres a cuatro brotes buscando una distribución uniforme. Los brotes deben estar direccionados hacia afuera, formando un vaso abierto.
Una vez que estos brotes han alcanzado un largo aproximado de 50 a 60 cm se deben despuntar, con el propósito de estimular el crecimiento lateral de cada ramilla.
A partir del segundo año de crecimiento, todos aquellos brotes laterales de crecimiento vigoroso y excesivo se deben rebajar a 20 cm del nacimiento del brote. En caso de tener una planta poco desarrollada, los despuntes deben ser de menor intensidad, manteniendo, eso sí, despejado el centro de la planta.
Esta poda tiene como objetivo incentivar la generación de centros productivos en la planta, además de eliminar todas aquellas ramas mal ubicadas que están en contacto con el suelo o que se dirigen a él. También prioriza el ingreso de luz al interior de la planta, para evitar el incremento de focos de plagas.
Asimismo, se deben eliminar los brotes vigorosos (chupones), ya que estos crecen en desmedro del crecimiento de brotes productivos. Su desarrollo es vertical, generalmente se encuentra en mala posición cuando producen, la floración es en la punta del brote, dificultando el acceso a la cosecha de esa fruta debido a la altura. Se debe mantener el centro del árbol despejado, eliminando ramas que se dirijan hacia este. Además, eliminar brotes en sectores que se encuentran muy densos (Figura 2).
Cuando contamos con árboles envejecidos, con ramas secas y/o brotes muy largos, se debe realizar la poda de limpieza, eliminado las ramas secas (Figura 3A). Luego, se despeja el centro del árbol (Figura 3B) y aquellos sectores donde se observe un excesivo emboscamiento de brotes. Finalmente, se deben rebajar aquellas ramas que son excesivamente largas y se encuentran produciendo en las puntas, de esta manera, forzamos la brotación más cerca del centro de la planta. Con esto se regula la altura de la planta a 2,5 m (Figura 3C).
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