El presidente de Uvanova, el ingeniero agrónomo y asesor, Rafael Rodríguez, es un experto en la uva de mesa chilena. Debido a su experiencia, fue el encargado de analizar el sector en el marco de la Fruittrade 2024 en Santiago de Chile.
Comenzó su análisis con una mirada a la industria global, pero desde la temporada previa, señalando que tuvo una coyuntura especial en varios ámbitos, “entre ellas, el fenómeno del Niño en Perú y el Canal de Suez con el problema geopolítico, ya que tuvieron fletes más caros, sumado a la economía en China que nos complicó la venta la uva y, a pesar que mandamos la mitad del volumen, los precios estuvieron bastante discretos”.
Explicó que la situación financiera de los productores ha sido complicada, “porque veníamos de temporadas bien golpeadas".
"Es verdad que esta temporada ayudó, pero veníamos muy golpeados por la logística, el Covid, las lluvias, la falta de agua en algunas regiones y los costos aumentan cada año. Sumado a la disponibilidad de mano de obra que siempre es escasa y quizás, sea más este año, por el cosechón (sic) de cerezas”.
Rodríguez comentó que, pese a que el pasado fue complejo para la uva de mesa, “es importante destacar que los retornos promedios para este año mejoraron, nos dejó un buen sabor y mejores fondos en las cuentas corrientes, ya que tuvimos precios históricos”.
Como todo en la vida, nada es blanco o negro, eso también se ha visto reflejado en el sector. El presidente de Uvanova comentó que “la temporada nos dejó otras lecciones, como que el exceso de volumen y una calidad inferior pasan la cuenta. También superamos la capacidad que tiene el mercado americano, ya que no había inspectores suficientes para inspeccionar la fruta y eso generó que se demorara la venta y generó exceso de volumen, mala calidad y problemas de condición”.
Fue claro al decir que en una sola temporada tuvieron las dos caras de la moneda.
Rodríguez puso énfasis en la importancia que tiene la buena fruta, “con fruta fresca todo funciona mejor”, dijo.
Añadió que la buena noticia es que la uva de mesa chilena dio un paso importante en Estados Unidos, “porque no es necesario bajar los precios a 18 o 20 dólares, precios que no nos dejan en azul para hacer una promoción”.
Respecto a los precios, dijo que “nos tiene contentos que la uva se está alejando del precio de las bananas y se está acercando a los berries, porque se entiende que es un producto más caro de producir. Además, tenemos un tipo de cambio bastante conveniente para los productores y eso sin duda que ayuda”.
Otro aspecto de análisis fue el recambio varietal. A juicio de Rodríguez se observó en la temporal una consolidación varietal en Chile: "Ya tenemos algo más de claridad con este torbellino de nuevas variedades que le costó tanto a los productores en dinero. Actualmente nos estamos quedando con cuatro variedades de blancas, tres variedades de uvas rojas y algunas negras”.
En el resultado de una campaña influyen muchos factores, entre ellos es muy importante conocer la proyección del resto de los países productores, ya que eso tiene incidencia en el precio de la fruta.
Con esa primicia, Rodríguez expuso que la segunda estimación de Perú indica que mantienen las 78 millones de cajas de uva de mesa. "Bajaron un poquito de 78.7 a 78.1, eso es más que el año pasado que fueron 62 millones, es un volumen que crece. Perú viene atrasado por lo que vamos a tener un traslape en febrero con la uva de mesa chilena”.
También señaló que la primera proyección de Sudáfrica eleva su producción, en comparación con el año paso cuando el país africano alcanzó las 40 millones de cajas.
Además, señaló que Australia tiene una proyección de crecimiento moderado y "va a estar similar a la temporada antepasada, entre 15 a 17 millones de cajas.
En cuanto a California, expuso que la estimación inicial era de 92 millones, retomando sobres 90 millones que tenían antes. “Este año se recuperó, pero tuvo una ola de calor a principios de junio que hizo bajar el volumen, por lo que se habla que debía estar entre 88 y 90 millones de cajas”.
Europa también tuvo una ola calor, “que fue la segunda quincena de junio, que afectó mucho a España e Italia y están sin fruta”.
Agregó que, debido a la situación actual del mercado europeo, “está históricamente bueno, lo que es muy positivo para nosotros; si bien no se ha recuperado la economía y el consumo, por lo menos dejó de caer. Tienen menos uvas, por lo que hay un mercado interesante”.
En cuanto al mercado de China, explicó que sin duda tiene una población gigante y creciente, pero también hay un gran consumo interno. "La ventana que tenía la fruta chilena y peruana está más complicado, porque están guardando la uva hasta enero. India ha tenido muchas lluvias, por lo que está complicada la producción en dicho país”.
Aterrizando en Latinoamérica, Rodríguez dijo que Brasil también ha estado afectado por las lluvias, pero se está transformando en un gran mercado receptor de fruta, porque los últimos años han plantado mucho y ha aumentado el consumo de uvas seedless, por lo que tienen un volumen importante de uva local, “por lo que hay un mercado muy potente que podríamos explorar”.
En el caso de México, dijo que presenta un crecimiento moderado, donde ha aumentado el consumo de uvas seedless con nuevas variedades.
En cuanto a Chile, expuso que la primera proyección indica 66 millones de caja, “es más de lo que hicimos el año pasado, seguramente será un poco menos. Estamos viendo que las cargas están un poco más ajustadas, pero tenemos una mejor condición hídrica”.
A nivel de industria y estar tan vinculada una con la otra, el presidente de Uvanova presentó una mirada a la producción de los países los próximos años.
“Veo una tendencia en Austria de un crecimiento parejo en el futuro, caso similar al de India y México. En el caso de Chile se proyecta un crecimiento parejo, deberían salir hectáreas plantadas de variedades tradicionales y seguir plantando variedades nuevas, así que deberíamos tener un volumen estable”.
En el caso de Estados Unidos, Rodríguez expuso que California al largo plazo va a bajar en la producción.
“Perú va al alza, están recambiando variedades antiguas. China también va creciendo junto al consumo” dijo.
La industria de uva de mesa chilena vive por un lado un momento favorable respecto al tipo de cambio, pero al mismo tiempo un desafío vinculado a la mano de obra. “Se viene una gran cosecha en cerezas que va a absorber mucha mano de obra. Si eso no nos afecta, sería un milagro, así que hay que estar muy planificado”, expuso Rodríguez.
Otro aspecto que señaló el presidente de Uvanova es el alza de las tarifas en los fletes marítimos y posibles limitaciones logísticas para uvas tempranas, debido al aumento producto de las cerezas, “por lo que puede complicar la disponibilidad de los contenedores”.
Pese a los desafíos, puso sobre la mesa un aspecto de relevancia y dijo: “Estamos más consolidades en variedades, que es algo positivo, con la recuperación de volúmenes de California y Perú es fundamental priorizar la condición de la fruta”.
Añadió que “hay desafíos comunes con los países productores, porque todos vendemos fruta fresca, por lo que necesitamos tener una buena logística, buenas variedades e infraestructura y asegurar una buena experiencia de consumo”.
“También tenemos que defender a nivel global el precio de la uva, que es un producto caro de producir”.