Esta semana, Donald Trump fue electo como el 47º presidente de los Estados Unidos. Hoy cobran más importancia sus respuestas al cuestionario de la American Farm Bureau Federation sobre temas que afectarán a agricultores, ganaderos y comunidades rurales en los próximos cuatro años.

En relación con los sistemas alimentarios y la resiliencia de los agricultores, la Farm Bureau preguntó sobre las políticas que cada candidato apoyaría para "garantizar la resiliencia de nuestro sistema alimentario y de los agricultores estadounidenses que lo hacen funcionar." Trump comenzó su respuesta diciendo que es "el presidente más pro- agricultores de la historia", y que se compromete a "reducir a la mitad sus facturas de energía en el primer año", con el fin de aliviar económicamente a los agricultores.

Fue enfático en el punto de "poner fin a nuestra dependencia de China para todos los bienes críticos y fortalecer las políticas nacionales Buy American y Hire American" y dijo que implementaría aranceles, recortes de impuestos y otros incentivos para traer "cadenas de suministro críticas de vuelta a casa a Estados Unidos, garantizar la seguridad nacional y la estabilidad económica, y ampliar el mercado exterior para los productos agrícolas estadounidenses".

En cuanto a los programas de política agrícola, Donald Trump dijo que los agricultores estadounidenses son esenciales para la economía del país, y mencionó la firma de "una Ley Agrícola masiva que mejoró los programas agrícolas y aumentó la cantidad de dinero que los agricultores pueden pedir prestado".

Añadió su intención de mejorar los precios de referencia, el seguro de cosechas, la cobertura de los márgenes lácteos y más seguros para cultivos especializados.

"La agricultura estadounidense se basa en la ciencia, la tecnología y la innovación, y debemos ir por delante de China con nuestra ciencia", declaró Trump.

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Consultado sobre cuáles son sus planes para apoyar el libre flujo de productos agrícolas entre los estados y abordar la colcha de retazos de barreras, Trump dijo que el Congreso tiene el poder de regular el comercio, no los estados individuales, por lo que usará toda la autoridad otorgada al Congreso por la Constitución y la Ley Federal para detener los esfuerzos que perjudican a los agricultores.

"También daré instrucciones al Departamento de Justicia y al Departamento de Agricultura para que supervisen activamente -y se opongan firmemente- a cualquier otro esfuerzo por limitar la capacidad de los agricultores estadounidenses para vender sus productos en cualquier lugar de este gran país", añadió.

Cuando se le preguntó sobre la escasez de mano de obra que los agricultores y ganaderos enfrentan anualmente, Donald Trump dijo que la administración se está centrando en cultivar más productos agrícolas en el país y reconstruir Estados Unidos "con manos estadounidenses".

Sobre la visa H-2A, dijo que "priorizará la inmigración basada en el mérito, asegurando que aquellos admitidos en nuestro país contribuyan a nuestra economía y fortalezcan nuestro país".

La banda ancha y las infraestructuras rurales también encabezan su lista, junto con los bajos costes energéticos y el acceso a la biotecnología agrícola.

Cuando gobierne, declaró, también planea acabar con todas las normas y reglamentos de la EPA que "estrangulan la agricultura estadounidense", y añadió que la EPA nunca microgestionará sus tierras.

El cambio climático, en cambio, no es una prioridad para el presidente. Trump prometió acabar con el Green New Deal y desmantelar la política de Net Cero.

*Foto cortesía de Wikimedia