Frutas orgánicas en México al alza
Un reporte de Informes de Expertos, muestra que mercado de frutas y verduras orgánicas en México alcanzó un valor de USD 2,66 millones de toneladas en 2023. A esto, se estima que el mercado crezca a una tasa anual compuesta del 6,5% entre 2024 y 2032, para alcanzar un valor de 4,69 millones de toneladas en 2032.
Por su parte, un informe del Foreign Agricultural Service del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de junio informó que el comercio de productos orgánicos entre México y Estados Unidos alcanzó niveles récord en 2023, con los aguacates, fresas, frambuesas, moras y tomates orgánicos, como los principales productos exportados desde el país azteca a su vecino.
En ese contexto, Portalfruticola.com conversó con NSF de México, organización reconocida a nivel global que realiza pruebas, procesos de auditoría y certificaciones, con el respaldo de laboratorios acreditados.
Mabell Rivas, Product Certification Technical Operations Manager at Quality Assurance International de NSF, comentó que México ha tenido un rápido crecimiento en la producción de frutas orgánicas, “destacando la producción de frutillas y en los productos procesados, como por ejemplo en mango orgánico”.
A juicio de Rivas, la industria continuará creciendo a nivel global, “de hecho en el 2020 se experimentó un crecimiento producto de la pandemia, ya que las familias en lugar de salir a comer a los restaurantes, tenían que cocinar en sus hogares”.
Por su parte, Sayil Macias, Strategic Account Manager de NSF México, señaló que algunos de los principales desafíos que enfrentan los productores de fruta orgánica es la certificación de sus productos.
“Actualmente la certificación orgánica implica muchos factores desde la producción de campos a la exportación, y se deben de tener en cuenta muchos aspectos, desde los insumos que se utiliza, la parte del etiquetado del producto" dijo Macias.
La Strategic Account Manager de NSF México, especificó que el productor debe estar alineado a lo que la ley de productos orgánicos indica, y que para eso se tienen los lineamientos y las regulaciones.
Argumentó que una vez que estén alineados y listos para la certificación de su producto. “deben contactar a la agencia de certificación y apoyarlos en esta parte del proceso para realizar la revisión técnica y, una vez aprobado el proyecto, obtener la autorización para que se realice la inspección en el sitio de la instalación o del campo, para obtener la certificación final”.
Mabell Rivas agregó que todos los operadores que se suman al proceso y alcancen la certificación están sujetos a las inspecciones adicionales, las cuales pueden ser aleatorias y también a los análisis de residuos de pesticidas.
Rivas complementó diciendo que hoy México se encuentra trabajando en acuerdos de equivalencia con Estados Unidos y Europa, “donde se ha avanzado mucho y la ventaja de estos acuerdos es reconocer el operador".
En ese sentido, explicó que la certificación es el sello que tiene un producto. "El productor orgánico ha ganado mucha credibilidad en los mercados, lo que se traduce en mejores precios y las prácticas están diseñadas para favorecer la salud del planeta”. Rivas expuso que el rol de la certificación es facilitar el comercio.
Las especialistas concordaron que el consumidor en Estados Unidos exige calidad, una fruta perfecta, pero en el último tiempo se ha añadido un elemento adicional, la confianza que tiene el sector.
“Por eso es que la normativa de Estados Unidos ha sido modificada para establecer criterios de verificación. El consumidor de Estados Unidos conoce los beneficios de los vegetales y frutas orgánicas, en cuanto a nutrición y sabor”, dijo Rivas.
Macias añadió que la certificación entrega la certeza que los productos fueron cultivados bajo métodos sostenibles, sin químicos y libres de organismos genéticamente modificados.
Mabell Rivas, finalizó diciendo que “la mirada al futuro es positiva, hay más interés en el sector agrícola de la transición a la producción orgánica”.