El mundo avanza y con ello la fruticultura: Tecnología y ciencia al servicio del agro
Para no quedar atrás, toda industria debe realizar cambios y adaptarse a los tiempos actuales, y la fruticultura no es la excepción. Nuevas tecnologías para mejorar cosechas y rendimientos, controlar plagas, frutas adaptadas al cambio climático o resistentes a enfermedades, marcaron la pauta en 2024, tendencias que de seguro no se detendrán en 2025.
Se podrían dedicar páginas y páginas para hablar sobre los avances en el sector frutícola, pero queremos ofrecer una mirada amplia de lo que pasó en 2024 y el impacto de esto en los próximos años.
El uso de drones es cada vez más común en el agro. Este año, en México, se está realizando el proyecto “Detección y clasificación de frutos de mango por medio de imágenes RGB capturadas con un dron”, con el objetivo de mejorar la productividad, reducir costos y mitigar los impactos de la escasez de mano de obra en la industria frutícola.
En Chile, las universidades de Talca y de Beijing pusieron en marcha un innovador proyecto para transformar la agricultura, mediante el uso de tecnologías de punta con inteligencia artificial, drones y satélites, para enfrentar los desafíos de la agricultura moderna, especialmente en contextos de escasez hídrica.
“Hemos desarrollado modelos biomatemáticos que permiten -volando un dron-, saber cuánta agua está consumiendo un viñedo o un campo de maíz con un alto grado de precisión”, explicó Samuel Ortega Farías, director del CITRA y del mencionado proyecto.
En línea con la inteligencia artificial, un nuevo sistema desarrollado en el National Robotarium junto a científicos de Chile y España, contabiliza las flores de los árboles frutales para predecir el tamaño de las cosechas con hasta seis meses antes de la cosecha, lo que hace que el rendimiento de los cultivos sea más eficiente, sostenible y rentable.
Este ya fue probado en huertos de melocotones en Cataluña, España, donde produjo el recuento de flores con una precisión del 90%. “En países de todo el mundo, los agricultores suelen recurrir a métodos manuales para estimar sus rendimientos, lo que puede tener un margen de error importante. Al aprovechar el poder de la IA y la conveniencia de la tecnología disponible en el mercado, como los teléfonos inteligentes, nuestro enfoque se integra perfectamente con las prácticas agrícolas tradicionales”, comentó el Dr. Fernando Auat Cheein, profesor asociado de robótica y sistemas autónomos en el National Robotarium.
La colaboración internacional también se observa en Argentina, donde por medio de la biotecnología y la optimización de las técnicas de manejo de cosecha y poscosecha, el país sudamericano y Vietnam trabajan para mejorar la competitividad y sustentabilidad de la fruticultura tropical en el norte argentino en el proyecto FOAR 6809.
Volviendo al uso de drones, en Magdalena, Colombia, se están usando para fumigar, lo que no sólo reduce el costo para los productores, sino que también permite una mejor protección del medio ambiente dada su precisión reduciendo la dispersión de agroquímicos y minimizando el impacto en los ecosistemas estratégicos y cuerpos de agua cercanos a las plantaciones.
En los avances de este año también destaca la robótica. Se pone de relieve aquí la automatización para la recolección de frutas. Un ejemplo es la pinza robótica desarrollada por investigadores de la Universidad Estatal de Washington, que es capaz de tomar con suavidad la mayoría de las manzanas de un árbol sin dañarlas.
A esta Universidad se suma el trabajo de la Universidad Estatal de Michigan, que está trabajando para mejorar la operatividad de un robot recolector de manzanas. El objetivo es modernizar la funcionalidad del robot en comparación con otros, usando inteligencia artificial para cosechar de manera sistemática las manzanas más maduras y aprovechar la tecnología de ingeniería para proteger la pomácea de magulladuras.
También está el trabajo de científicos de la Universidad Estatal de Mississippi, quienes buscan desarrollar un robot que pueda cosechar moras de manera automatizada y así dar respuesta y ayuda a los agricultores dada la delicada naturaleza de esta fruta. La pinza del robot está equipada con sensores que imitan las diminutas yemas de los dedos, para agarrar y recoger las moras sin apretarlas. El sistema no sólo identifica las moras listas para la cosecha, también entrega a los productores estimaciones de la cosecha total.
Uno de los grandes dolores de cabeza, en particular para la industria del banano, son los actos ilícitos a los cuales se le vincula. Ecuador es uno de los más afectados y, por ello, y dada la relevancia que tiene el sector, el gobierno trabaja en "Granjas Seguras", para defenderse de la ola delictiva que afecta al país y que supone un grave riesgo para su producción bananera, ya que grupos vinculados al narcotráfico usan las exportaciones de la fruta para enviar droga de manera camuflada a distintos mercados.
Tecnología y ciencia a disposición de las frutas
La innovación no sólo involucra mejores prácticas agrícolas, también va de la mano con dar un “toque extra o especial” a las frutas que ya disfrutan cientos de consumidores y que se enfrentan, por ejemplo, al cambio climático y a la continua batalla contra enfermedades.
Este año vio la luz la primera mora con semillas suaves y pequeñas desarrollada con tecnología CRISPR, a cargo de Pairwise, empresa pionera en la innovación basada en la genética para la alimentación y la genética.
“Ahora los consumidores tendrán la opción de elegir una mora nutritiva sin semillas que también ofrezca de manera confiable un gran sabor y calidad”, señaló Haven Baker, cofundador y director comercial de Pairwise.
El cómo combatir el cambio climático con fruta más resistente a las inclemencias meteorológicas llevó al desarrollo de manzanas y berries adaptadas a este. En la Universidad de Maryland desarrollaron MD-TAP1 y MD-TAP2, resistentes al calor, fáciles de cultivar y cosechar, y con mayor resistencia a las enfermedades desencadenadas por temperaturas más cálidas.
Así mismo, en Chile, con el proyecto “Selección y recomendación de nuevas variedades de berries obtenidas mediante biotecnología en la Región del Maule”, se busca potenciar cambios en la composición genética nacional e internacional en el cultivo de berries. La principal característica de la investigación, que incluye variedades de arándano (Vaccinium corymbosum) y frambuesa (Rubus idaeus), es su adaptabilidad al cambio climático e incremento de los rendimientos con manejos más sustentables.
De igual forma, el Hot Climate Partnership (HCP) presentó la primera manzana en el mundo, especialmente adaptada a climas con veranos cálidos. Se trata de STELLAR™, todo un hito en el sector de las variedades tempranas.
Otro aspecto sensible es la lucha contra las enfermedades y plagas. Aquí la empresa neozelandesa Prevar lanzó GoodnessMe, una manzana que presenta resistencia a la sarna de doble gen, tolerante al mildiu, al cancro europeo y una floración natural de la piel que ofrece protección contra las quemaduras solares.
Y en un gran avance en la industria bananera, Chiquita, en asociación con KeyGene, MusaRadix y Wageningen University and Research (WUR), desarrollaron Yelloway One, el primer híbrido de banano resistente a Fusarium R4T y parcialmente a Sigatoka Negra. Estas enfermedades fúngicas se encuentran entre las amenazas más importantes para la producción mundial de bananas.
Como mencionamos, podríamos seguir y seguir con todos los avances y desarrollos de 2024, como nuevos nogales de alta productividad o un ciruelo en Argentina de alta productividad, así como estudios en Brasil en la producción de cítricos para enfrentar la sequía o la creación de una mora más dulce y rentable, ajustada a las necesidades de productores y consumidores, o una berry sin espinas.
2025 está a horas de hacer su entrada ¿Qué nueva variedad nos sorprenderá?¿La robótica será la gran aliada de la fruticultura?¿La inteligencia artificial seguirá ganando terreno en los campos de todo el mundo? Los científicos, investigadores, genetistas y breeders tendrán la respuesta.