Calamondín: 6 cuidados para el cultivo de este novedoso cítrico
Si quieres tener un naranjo en casa pero no tienes suficiente espacio, te traemos la solución: el calamondín. Este pequeño árbol frutal se hará un sitio en tu casa y seguramente también en tu corazón. En este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas para poder tener este llamativo árbol en tu casa para que siempre esté sano y bonito. Sigue leyendo y no te pierdas nada.
Información sobre el calamondín (Citrofortunella microcarpa)
Siempre nos gusta antes de empezar con todas las recomendaciones, explicar cuáles son las características de la planta para que entiendas mejor sus necesidades y sepas cómo cuidarla mejor.
Taxonomía
- Reino: Plantae
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Rosidae
- Orden: Sapindales
- Familia: Rutaceae
- Género: Citrus
- Especie: Citrofortunella microcarpa
El calamondín, cuyo nombre científico es Citrofortunella x microcarpa, es un árbol frutal de pequeño tamaño. Seguramente te suene más como naranjo chino o naranjo enano, aunque no debe confundirse con los kumquat (Fortunella). Originario de China, se trata de un híbrido entre entre los géneros de Citrus reticulata y Fortunella margarita.
Como seguramente ya hayas notado, la principal diferencia del calamondín respecto de otros árboles frutales como el naranjo es su reducido tamaño, lo que permite que pueda cultivarse en una maceta. Además, sus frutas son una combinación entre naranja y limón. Son pequeñas y de aspecto parecido a las mandarinas, aunque tienen el sabor ácido característico de los limones.
Este arbolito puede llegar a alcanzar una altura máxima de 2 metros, con una copa densa y hojas verde brillante con forma elíptica. Sus flores son pequeñas, en tono blanco, situadas en la axila final de las ramas.
El Calamondín crece bastante rápido y puede llegar a vivir muchísmos años (en torno a un siglo), siempre que se le den una serie de cuidados.
Principales cuidados del calamondín
A continuación, vamos a ir viendo en detalle los diferentes puntos que hay que seguir para cuidar adecuadamente tu calamondín y que puedas disfrutar muchos años de este curioso arbolito.
1. Ubicación e iluminación
Se trata de una planta que necesita recibir una alta cantidad de iluminación. Por lo general, los árboles tienen que recibir mucha luz para poder mantener su frondosidad. Les conviene recibir por lo menos varias horas de luz directa, especialmente cuando los rayos del sol son más débiles.
Además es una planta que resiste bien el frío, por lo que lo ideal es que esté la mayor parte del año en el exterior. Nuestro consejo es que durante las fechas más frías en invierno este en el interior de casa y en verano este fuera para beneficiarse del sol. Esto siempre y cuando hayas decidido cuidarlo en macetas.
Igual que con el resto de árboles frutales, es muy importante que reciba mucha luz porque de lo contrario no se desarrollará correctamente y no crecerá robusto.
2. Riego
Como pasa en la gran mayoría de las plantas el riego va a depender de la época del año.
Durante el invierno, debes de regarlo con moderación entre 1 o 2 veces por semana, especialmente en climas cálidos, donde mejor se desarrolla. En verano, será necesario aumentar la frecuencia hasta 3 y 4 veces por semana durante los días más calurosos. Igualmente recuerda comprobar cómo está la tierra y regarlo en caso de que veas que se ha quedado seca.
Si tienes tu calamondín en una maceta es importante que cuente con un buen sistema de drenaje o agujeros para evitar que se encharque y se le pudran las raíces. Por eso, te aconsejamos que utilices macetas de terracota que es un material poroso y además absorben el agua. Si utilizas cualquier otro material, asegúrate que cuenta con múltiples agujeros de drenaje.
Para conocer la cantidad idónea de riego, cuenta con que debes aportar entorno a 1/4 o 1/3 del volumen de la maceta. Por ejemplo, si tienes una maceta de 10 litros de volumen, aportarás entre 2,5 y 3 litros de agua. En el plato, debería haber al menos un 10% de agua sobrante.
También necesita que el grado de humedad ambiental sea medio, para ello te recomendamos que pulverices sus hojas diariamente, especialmente en los meses más calurosos para ayudar a que tu calamondín se mantenga hidratado y con el grado de humedad adecuado.
3. Climatología y temperatura del calamondín
El calamondín necesita temperaturas cálidas idealmente entre los 15-25 ºC. Como te comentábamos anteriormente, es un árbol resistente que puede soportar temperaturas más altas siempre y cuando lo reguemos con mayor frecuencia.
Por otra parte, aunque puede soportar temperaturas bajas, no resiste bien las heladas o climas fríos y secos durante todo el año. Por ello, te comentamos que si es posible durante los días o momentos más fríos del invierno resguardes a tu calamondín en el interior de casa.
4. Sustrato y abono para el calamondín
Una forma habitual de cuidar tu calamondín es aportar abonos orgánicos en continuo, especialmente en primavera y verano. De cualquier otra forma, también puedes utilizar fertilizantes minerales dosificados junto con el agua de riego o bien elegir abonos sólidos en forma de gránulo.
Para mejorar el desarrollo de las raíces, especialmente cuando aumentamos la frecuencia del riego, es recomendable aportar abono orgánico líquido en forma de extracto húmico o humus de lombriz líquido.
Si tienes tu calamondín en macetas, s muy importante que la tierra cuente con un buen drenaje. Si lo consideras necesario, puedes mezclar el sustrato con un 20% de perlita.
Mientras que si lo tienes directamente en el jardín, es recomendable aportar entre 2 y 3 kg de materia orgánica mezclada con la tierra. Cada año, aportarás entre 1 y 2 kg aportado alrededor del suelo, en forma de mantillo.
Como ocurre con mucha frecuencia en los cítricos, el calamondín suele sufrir varias clorosis, siendo las más comunes la de magnesio (pérdida de verdor en las hojas adultas), como zinc y manganeso (clorosis en forma de v invertida) o de hierro (clorosis de las hojas nuevas, conservando el verdor en los nervios).
La corrección de las carencias suele realizarse tan pronto como las detectemos, siendo lo más aconsejable anticiparse y aportar micronutrientes y abonos completos con magnesio al inicio de primavera.
5. Poda del calamondín
La mejor época para realizar pequeñas podas es en primavera, una vez el riesgo de heladas ya haya pasado. Lo que tendrás que hacer es eliminar aquellas ramas que veas que están enfermas o débiles.
Este tipo de cítricos ornamentales no se suelen podar, salvo para dar una forma específica al árbol o eliminar ramas torcidas o deterioradas.
6. Plagas y enfermedades
Como hemos comentado varias veces, el calamondín se trata de un árbol bastante resistente pero en las épocas de primavera y verano puede verse afectado por las cochinillas (cotonet). Por suerte, es bastante librarse de ellas y mantener a tu arbolito a salvo, utilizando un pincel humedecido en alcohol.
Las aplicaciones foliares con jabón potásico aplicadas cada 5 días hasta eliminar el problema también son recomendable y no causan ningún efecto negativo en personas y mascotas.
En cuanto a enfermedades, hay que tener especial cuidado con tener un sustrato excesivamente húmedo y falto de oxígeno, así como evitar excesiva humedad ambiental para evitar hongos como antracnosis.
Últimos consejos
Unos últimos consejos para cuidar a tu citrus. Se trata de un árbol que se habitúa de forma muy rápida a una ubicación por lo que es recomendable no cambiarle demasiado de sitio.
Por otro lado, si vives en zonas de clima seco, procura colocarlo junto a otras plantas que también requieran de unos niveles medios de humedad, favoreciendo así la creación de un microclima donde el ambiente se mantiene húmedo.
Esperamos haberte ayudado con toda esta información para que te animes a hacerle un huequito en tu casa a tan llamativo arbolito. ¡Seguro que no te arrepientes!