El sector frutícola chileno enfrenta desafíos para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y del mercado internacional. Por ello, es vital para el sector contar con variedades de uva de mesa que cumplan con los requerimientos de los productores y consumidores para la sostenibilidad del rubro agrícola.
En esa búsqueda, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y el Consorcio Biofrutales, encabezan un programa de mejoramiento genético relacionado a esta fruta.
Durante un día de campo, autoridades y productores conocieron las características de la variedad INIA G-4, registrada en 2023 en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y que se espera lidere el recambio varietal en Chile.
Carlos Furche, director del INIA, señaló que la uva de mesa ha pasado años difíciles y probablemente tendrá la posibilidad de recuperarse, “y eso tiene que ver con la disponibilidad de nuevas variedades adaptadas a las exigencias del mercado, adaptadas a los desafíos del cambio climático”.
“Esfuerzos de esta naturaleza requieren continuidad y los procesos de los programas de mejoramiento genético debemos hacerlos más breves, de manera de acompañar más ágilmente los procesos de cambio de la agricultura”, dijo.
Para Rodrigo Cruzat, gerente general del Consorcio Biofrutales, “el sector frutícola está atravesando desafíos todo el tiempo: enfrenta temas de sequía, recambio varietal, y estos criterios los aplicamos al programa de mejoramiento genético que mantenemos con INIA”.
Explicó que “buscamos variedades que puedan servirle a los productores y encantar al mercado, e INIA G-4 tiene eso. Creemos que tiene todas las cualidades para el recambio, llevamos varios años trabajando con ella y nos sentimos bastantes cómodos y confiados con el producto, ya que ha sido probado y validado en las diversas condiciones climáticas de Chile”.
“Esta variedad se encuentra en un Modelo Abierto, por lo que no hay restricciones de superficie ni un número limitado de exportadores”, resaltó.
Noticia relacionada:
República Dominicana avanza hacia la exportación de uva de mesa
Esta nueva vid es una uva blanca, sin semilla, de baya ligeramente alargada y muy agradable de comer por su firmeza y sabor.
El racimo es de manejo sencillo y alcanza fácilmente calibres de exportación (21-22 mm). Madura a mediados de temporada, es de alta fertilidad y productividad, sobre las 3.800 cajas/ha.
Según la encargada del PMG Uva de Mesa INIA-Biofrutales, Cecilia Peppi, “esta variedad es muy productiva, de un sabor muy agradable con buena postcosecha, llegando a 45 y 60 días con una fruta firme, con un raquis adecuado y sin defectos”.
Peppi detalló que INIA-G4 “se ha comportado adecuadamente bajo diversas condiciones ambientales y es una buena alternativa para los productores nacionales y de otras latitudes del mundo”.
Actualmente hay plantaciones en Vicuña, en Calle Larga, en INIA LA Platina, San Vicente de Tagua Tagua. También hay algunas experiencias comerciales en Atacama y en San Esteban en la Región de Valparaíso.
INIA-G4 fue presentada a registro ante el SAG en 2023 y está bajo Protección Provisoria. Se espera que esta uva sea parte del recambio frutal y está disponible comercialmente bajo una licencia a ANA Chile.
El próximo 18 de junio se realizará la primera edición de GrapeTech en el Centro de Eventos Casino Monticello. El evento, organizado por UvaNova y Yentzen Group, será la cita técnica sobre uva de mesa de mayor relevancia en Chile y congregará expertos a nivel mundial a fin de proveer aspectos técnicos que permitan el crecimiento de la industria, como temas de postcosecha, gestión de cultivo, análisis de nuevas variedades y nutrición, entre otros. Más información en events@yentzengroup.com o visita www.grapetechconvention.com