7 estrategias esenciales contra enfermedades de la sandía

El manejo efectivo de enfermedades de la sandía es crucial para los agricultores del norte de Florida, Estados Unidos. Este artículo presenta estrategias probadas y consejos prácticos para identificar y controlar los patógenos más comunes que afectan los cultivos de sandía en esta región.
Índice de contenidos
1. Consideraciones básicas para el manejo de enfermedades de la sandía
El control eficaz de las enfermedades de la sandía comienza con prácticas preventivas fundamentales que reducen el riesgo de infección y propagación.
1.1. Rotación de cultivos para prevenir enfermedades de la sandía
Se recomienda implementar una rotación de cultivos no cucurbitáceos por un período de tres a cinco años. Esta práctica es esencial para reducir significativamente la incidencia de enfermedades en su cultivo de sandía.
Para los campos con historial de marchitez por Fusarium, es necesario extender las rotaciones con cultivos no hospederos por más de 5 años consecutivos.
Evite el doble cultivo de cucurbitáceas utilizando el mismo plástico, ya que esta práctica puede desencadenar graves problemas sanitarios, especialmente en ambientes propicios para el desarrollo de patógenos.
1.2. Inspección rigurosa de trasplantes de sandía
Los trasplantes sanos son la base fundamental para manejar enfermedades de la sandía como la pudrición gomosa del tallo, la marchitez por Fusarium y las enfermedades bacterianas, ya que muchas pueden transmitirse por semilla.
Realice inspecciones minuciosas de los trasplantes y elimine inmediatamente las plántulas que muestren signos de enfermedad. Es importante también eliminar las plántulas cercanas aunque estén asintomáticas, para reducir el riesgo de propagación.
1.3. Estrategias de aplicación de fungicidas para sandía
Aplique fungicidas de forma temprana y consistente. Recuerde que estos productos son significativamente más eficaces cuando se utilizan de manera preventiva en lugar de curativa.
Rote sistemáticamente las familias químicas de fungicidas para minimizar el riesgo de desarrollar resistencia fúngica. El Comité de Acción de Resistencia a Fungicidas (FRAC) ha desarrollado un sistema de códigos con letras y números para distinguir los distintos modos de acción.
Seleccione los fungicidas según el patógeno específico que desea controlar. Aunque muchos fungicidas pueden controlar múltiples enfermedades de la sandía, generalmente son más efectivos contra patógenos específicos.
2. Principales enfermedades de la sandía y su control
Conocer las características de cada enfermedad es esencial para implementar estrategias de control efectivas en el cultivo de sandía.
2.1. Oídio en sandía (Powdery Mildew)
El oídio generalmente produce signos blancos y polvorientos en la superficie superior e inferior de las hojas de sandía. La infección comienza con pequeñas manchas amarillentas que se extienden progresivamente a hojas vecinas.
Este patógeno se propaga con facilidad en condiciones secas, aunque necesita cierto nivel de humedad para que ocurra la infección inicial. Los síntomas suelen aparecer primero en hojas viejas del dosel inferior y pueden diseminarse rápidamente por todo el campo.
Se ha identificado resistencia del oídio a fungicidas de los grupos FRAC 1 (ej. Topsin M), 3 (ej. tebuconazol), 7 (ej. boscalid) y 11 (ej. azoxistrobina). Entre las opciones más efectivas se encuentran Vivando, Quintec, Rally, Switch, Luna Experience y Torino.
Fuente: https://blogs.ifas.ufl.edu
2.2. Mildiu Velloso en sandía (Downy Mildew)
El mildiu velloso representa un problema recurrente en cucurbitáceas en el sur de Florida, aunque su incidencia en el norte del estado varía considerablemente de un año a otro.
Las lesiones características comienzan como manchas angulares amarillas que posteriormente se tornan marrones a negras. Puede observarse enrollamiento de hojas y zonas empapadas en casos avanzados.
En condiciones de alta humedad (superior al 90%), rocío matutino o después de lluvias, puede observarse un característico crecimiento fúngico de color blanco a grisáceo en el envés de las hojas afectadas.
Los fungicidas protectores como clorotalonil y mancozeb ofrecen buen control al inicio de la temporada, pero su efectividad disminuye significativamente una vez que la enfermedad está establecida en el cultivo de sandía.
Fuente: https://blogs.ifas.ufl.edu
2.3. Pudrición Gomosa del Tallo en sandía
El síntoma principal de esta enfermedad son manchas circulares oscuras que aparecen en el margen de las hojas de sandía. En casos de infecciones severas, es común observar necrosis total del follaje.
Si esta condición ocurre antes de la formación del fruto y provoca gran caída de hojas, puede haber pérdidas significativas por escaldado solar en los frutos expuestos.
El patógeno causante de la pudrición gomosa del tallo ha desarrollado resistencia a múltiples fungicidas, por lo que se recomienda implementar un programa rotativo bien planificado que incluya productos del grupo M5 combinados con productos del grupo 3 o mezclas específicas.
Fuente: https://blogs.ifas.ufl.edu
2.4. Enfermedades bacterianas en sandía
La mancha bacteriana del fruto (Bacterial Fruit Blotch) se manifiesta como manchas oscuras y aceitosas en el fruto de sandía, acompañadas de manchas irregulares en las hojas.
Esta condición puede manejarse efectivamente con aplicaciones foliares de fungicidas del grupo FRAC M1 (a base de cobre) o del grupo P (Actigard), siempre que se apliquen en los momentos adecuados del ciclo del cultivo.
Los compuestos cúpricos deben aplicarse dos semanas antes de la floración femenina, al inicio de la floración y dos semanas después. Esta estrategia ayuda a controlar tanto la mancha bacteriana como otras enfermedades similares.
2.5. Marchitez por Fusarium en sandía
Esta enfermedad provoca marchitamiento progresivo y deterioro general de la planta de sandía. Los síntomas suelen ser más notables en un solo lado de la planta afectada.
Las hojas más viejas se marchitan durante las horas del día y muestran cierta recuperación durante la noche. Al realizar un corte longitudinal del tallo, puede observarse una característica decoloración vascular.
Por tratarse de un patógeno que habita en el suelo, existen pocos fungicidas realmente eficaces para su control. El uso secuencial de prothioconazol seguido de pydiflumetofen puede ayudar a suprimir la enfermedad en casos moderados.
Fuente: https://blogs.ifas.ufl.edu
3. Calendarios de aplicación para sandía
Un calendario óptimo de aplicaciones para cultivos de sandía en la primavera de Florida debe iniciarse aproximadamente una semana después del trasplante.
Las aplicaciones preventivas deben realizarse cada 7 a 10 días bajo condiciones normales. Durante períodos de lluvias prolongadas, es recomendable reducir este intervalo a 5–7 días para mantener la protección.
El intervalo entre aplicaciones solo debe extenderse más allá de 10 días si el clima es excepcionalmente seco y no hay signos de enfermedades de la sandía presentes en el cultivo.
Es importante prestar especial atención al intervalo pre-cosecha (PHI) en las aplicaciones tardías, ya que este puede llegar hasta 14 días según el producto utilizado.
El clorotalonil es particularmente útil en las fases tempranas del cultivo, pero debe evitarse su aplicación dentro de los 21 días previos a la cosecha, ya que puede provocar quemaduras en la cáscara de la sandía.
4. Recursos adicionales sobre sandía
Para información más detallada sobre el manejo de enfermedades de la sandía, consulte estos recursos oficiales:
📗 Vegetable Production Handbook of Florida:
https://edis.ifas.ufl.edu/collections/vph
📑 Versión completa de esta guía sobre sandía:
https://svaec.ifas.ufl.edu